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los molinos del altoaragon - Instituto de Estudios Altoaragoneses

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10. Las obras. También en tomo a las obras que se han <strong>de</strong> llevar a cabo<br />

en la presa, la acequia o el molino mientras dure el arrendamiento suelen girar<br />

varias cláusulas <strong>de</strong> todas las capitulaciones. En general se acuerda que, cuando<br />

se trate <strong>de</strong> reparaciones pequeñas, las costeará el arrendador, pero si una avenida<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> río <strong>de</strong>struye una parte importante o la totalidad <strong><strong>de</strong>l</strong> azud, la acequia o el<br />

molino será el concejo quien se hará cargo <strong>de</strong> las obras y mientras estas se realizan<br />

no correrá el plazo <strong><strong>de</strong>l</strong> arrendamiento.<br />

11. Los animales <strong><strong>de</strong>l</strong> molinero. El molinero solía criar en el molino aves<br />

y cerdos para su consumo. Probablemente estas granjerias dieron origen a ciertos<br />

abusos. La mayor parte <strong>de</strong> las capitulaciones regulan el tema. Algunas prohiben<br />

al molinero tener en el molino cualquier género <strong>de</strong> animales. En ciertos<br />

casos estas capitulaciones, en su afán por enumerar toda la volatería que le<br />

vedan al molinero, nos ofrecen una lista completa <strong>de</strong> las aves que corrían por<br />

<strong>los</strong> <strong>molinos</strong> y por sus contornos. Los patos, las ocas, las gallinas y las «aña<strong>de</strong>tas»<br />

son citados con frecuencia. En la mayor parle <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos las prohibiciones<br />

no eran tan rigurosas y el concejo autorizaba al molinero a disponer <strong>de</strong><br />

media docena <strong>de</strong> gallinas, <strong>de</strong> un gallo y <strong>de</strong> un par <strong>de</strong> cerdos.<br />

12. El juramento <strong><strong>de</strong>l</strong> molinero. En muchas ocasiones la persona <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

arrendador y la <strong><strong>de</strong>l</strong> molinero no coincidían. Hl arrendador era un acaudalado<br />

personaje que veía en el arriendo <strong><strong>de</strong>l</strong> molino una buena fuente <strong>de</strong> ingresos. Lo<br />

arrendaba y ponía a un asalariado para que se encargase <strong>de</strong> <strong>los</strong> trabajos <strong>de</strong> la<br />

molienda. Las capitulaciones solían establecer que el molinero, para hacerse<br />

cargo <strong><strong>de</strong>l</strong> molino, <strong>de</strong>bía contar con el visto bueno <strong><strong>de</strong>l</strong> concejo y. a<strong>de</strong>más, jurar<br />

que cumpliría fielmente con sus obligaciones.<br />

13. Las tierras <strong><strong>de</strong>l</strong> molino. En muchos casos junto al molino existía alguna<br />

parce I i (a que se arrendaba también a quien se hacía cargo <strong><strong>de</strong>l</strong> molino. En <strong>los</strong><br />

contratos, si existían estas tierras, se hacían constar siempre <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

arrendatario sobre las mismas y sobre las aguas necesarias para regarlas.<br />

14. El riego. Casi siempre la acequia molinar servía también para conducir<br />

el agua que regaba <strong>los</strong> huertos <strong>de</strong> <strong>los</strong> vecinos <strong><strong>de</strong>l</strong> lugar. Los conflictos entre<br />

el molinero y <strong>los</strong> regantes eran habituales. En las capitulaciones se solía reglamentar<br />

el uso <strong><strong>de</strong>l</strong> agua <strong><strong>de</strong>l</strong> molino para <strong>los</strong> riegos. Se fijaban <strong>los</strong> días en <strong>los</strong> que<br />

el molinero tenía obligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar libre el agua para que se pudieran regar<br />

las huertas. Con mucha frecuencia el riego <strong><strong>de</strong>l</strong> cáñamo y el agua <strong>de</strong> las balsas<br />

para el mismo requerían unos acuerdos especiales que se hacían constar en<br />

otros puntos.<br />

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