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De Certeau, Michel La Invencion de Lo Cotidiano. 1 Artes de Hacer

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<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una producción, <strong>de</strong> un andar interminable (o <strong>de</strong> la separación<br />

y la ruptura) que esta pérdida hace necesarias. El ser se mi<strong>de</strong> por el<br />

hacer.<br />

<strong>La</strong> escritura se encuentra progresivamente alterada. Otra escritura<br />

se impone poco a poco bajo formas científicas, eruditas o políticas:<br />

ya no es lo que habla, sino lo que se fabrica. Ligada todavía a lo que <strong>de</strong>saparece,<br />

en<strong>de</strong>udada respecto a lo que se aleja como un pasado pero que<br />

permanece como un origen, esta nueva escritura <strong>de</strong>be ser una práctica, la<br />

producción in<strong>de</strong>finida <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad sostenida solamente por un hacer,<br />

una marcha siempre relativa a lo que <strong>de</strong> diferente se ofrece a su e<strong>de</strong>lantoen<br />

la medida en que la voz propia <strong>de</strong> una cultura cristiana se vuelve<br />

su otro y en que la presencia que se le daba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l significante (es la<br />

<strong>de</strong>finición misma <strong>de</strong> voz) se transforma en pasado. <strong>La</strong> conquista capitalista<br />

escrituraria se articula con base en esta pérdida y sobre el esfuerzo<br />

gigantesco <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s "mo<strong>de</strong>rnas" por re<strong>de</strong>finirse sin esta voz. <strong>La</strong><br />

tarea revolucionaria sólo es un efecto mayor. Resulta indisociab1e <strong>de</strong>l<br />

mensaje que, hasta ahí, siempre había significado para otras civilizaciones<br />

su único fin (ninguna <strong>de</strong> ellas había sobrevivido a la muerte <strong>de</strong> sus<br />

dioses): "nuestros dioses ya no hablan: Dios ha muerto".<br />

Al mismo tiempo que la escritura, la relación con el lenguaje también<br />

se ha transformado. Una no va sin la otra, pero hay que subrayar<br />

igualmente este segundo aspecto para enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>spués la forma bajo la<br />

cual vuelve hoy el habla. Otro atajo histórico pue<strong>de</strong> sugerirlo. El gran<br />

cambio <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad se caracteriza primero, en el siglo XVII, por una<br />

<strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l enunciado y una concentración en la enunciación. Cuando<br />

el locutor estaba seguro ("Dios habla en el mundo"), la atención se fijaba<br />

sobre el <strong>de</strong>sciframiento <strong>de</strong> sus enunciados, los "misterios" <strong>de</strong>l mundo.<br />

Pero cuando esta certeza se altera con las instituciones políticas y religiosas<br />

que la garantizaban, la pregunta se"dirigehacia la posibilidad <strong>de</strong> encontrar<br />

sustitutos para el único locutor: ¿quién va a hablar? y ¿a quién?<br />

<strong>La</strong> <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l Primer locutor crea el problema <strong>de</strong> la comunicación,<br />

es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> un lenguaje por hacer y ya no sólo por escuchar. En el océano<br />

<strong>de</strong>l lenguaje progresivamente diseminado, mundo sin barreras y sin anclas<br />

(se toma dudoso, y pronto improbable, que un sujeto Único se lo<br />

apropie para hacerlo hablar), cada discurso particular atestigua la ausencia<br />

<strong>de</strong>l sitio que, en el pasado, era asignado al individuo por la organización<br />

<strong>de</strong> un cosmos, y por tanto la necesidad <strong>de</strong> ganarse un sitio por medio<br />

<strong>de</strong> una manera propia <strong>de</strong> tratar una región <strong>de</strong>l lenguaje. Dicho <strong>de</strong><br />

otra forma, por per<strong>de</strong>r su sitio, el individuo nace como sujeto. El lugar<br />

que antes le fijaba una lengua cosmológica, entendida como "vocación"<br />

y colocación en un or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l mundo, se convierte en una "nada", una<br />

especie <strong>de</strong> vacío, que empuja al sujeto a dominar un espacio, a plantearse<br />

a sí mismo como productor <strong>de</strong> escritura.<br />

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