o seu tempo - DSpace CEU

como de la oferta que me haces de nunca dejarla, y que siempre le pedirás á la
Santísima Virgen que te saque de todos los peligros y encamine tus acciones;
sí hijo, encomiéndate muy de veras á esta Señora y ella sea tu guia en todas tus
acciones, pues de este modo no errarás.
Como yo soy tu Madre, y la que sin sospecha alguna tiene verdadero interés
por tí, no puedo menos de decirte lo que pasa y aconsejarte, según Dios me
manda y mi cariño me dicta.
El dia 29, vino Córdova al cuarto de tu tío Carlos con un oficio de Zea y se
le leyó; este se reducía á decir que aproximándose el tiempo de que Carlos debería
regresar á Madrid, quería S. M. que Carlos dijese si hacia intención ó nó de
jurar á sua hija como Princesa de Asturias; á esto le contestó Carlos que ni su
dignidad ni su carácter le permitían responder, si nó directamente á S. M., pues
que era su Rey, su Señor y además su hermano tan querido á quien siempre le
habia acompañado en todas sus desgracias; se fué Córdova sin saber lo que
Carlos hacía intención de hacer. En aquel mismo dia á la noche, escribió Carlos
al Rey, diciéndole que su gusto seria ser él el primero que jurase á su hija, pero
que ni su honor ni su conciencia se lo permiten, que sus derechos son legítimos y
que no puede prescindir de ellos, no solo por sí sino también por los de todos que
después de él son llamados á la Corona, y acaba enviándole una declaración que
le hace con toda formalidad y á todos los Soberanos, pidiéndole á S. M. que se
haga comunicar. La declaración es como sigue :
Señor. — Yo Carlos Maria Ysidro de Borbon y Borbon, Infante de España:
Hallándome bien convencido de los legítimos derechos que me asisten á la Corona
de España siempre que sobreviviendo á V. M. no deje hijo varoñ: Digo:
que mi conciencia y mi honor nó me permiten jurar ni reconocer otros derechos, y
así lo declaro. — Señor: A. L. R. P. de V. M. — Su amantísimo Hermano y fiel
Vasallo. = El Infante Don Carlos de Borbon y Borbon.
Sobre todo esto, tengo de decirte que, aunque tus derechos á la Corona son
muy remotos, pues estás después de la familia de Ñapóles, con todo los tienes y
no puedes prescindir de ellos en conciencia y justicia: eres un Borbon de la línea
de Felipe V y por tanto debes sostener la ley que este fundó ; te aconsejo, como
Madre la más tierna, que hagas una declaración al instante al Rey, diciéndole
que no puedes jurar á su hija como Princesa de Asturias pues tu conciencia y tu
honor te obligan á sobstener los legítimos derechos de tu tio Carlos, los de todos
los otros y los tuyos; no creas hijo mió que esto es faltar al Rey, no : al Rey le
ciega el amor de Padre y su ceguedad lo lleva al extremo de faltar á su conciencia
; desgraciado si no conoce su error y se arrepiente, pues Dios le tomará una
extrechísima y terrible cuenta; bien has visto como en la Granja, cuando se vio
próximo del juicio de Dios, su misma conciencia y no una facción lo hizo volver
por la justa causa; y así esto que te encargo no es faltar al Rey, si no sostener
la Religión y la justicia; habrá quien te diga que aunque hagas la ceremonia de
jurar que eso no importa no jurando de corazón; estos que así te hablen no tienen
ni Religión, ni honor; sí, importa y mucho: con Dios no sirven respetos humanos,
y estremece solo en pensar que habrá personas que pongan sus manos
sobre los Evangelios para jurar que sobstendrán una causa injusta, ó por sus intereses
harán un juramento aunque en su corazón digan que no lo juran 1
; esto es
en cuanto á Dios que es lo principal, ahora en cuanto á los hombres, será indigno
Nao pensava assim seu irmao D. Miguel.