o seu tempo - DSpace CEU

de Francisco Antonio, obedecerías tu al Rey cediéndolo inmediatamente? ¿Aunque
de buena gana lo hicieras podrías en conciencia hacerlo? ¿No reclamarías con
justicia por el perjuicio que en esto se te seguía así como á tus hijos y descendientes?
Por cierto que en esto no seguirías el mandato del Rey, pues, como te
tocaba muy de cerca, lo mirarías verdaderamente según tu conciencia; pero este
asunto no lo has mirado así y aunque tu me lo dices no puedo creerlo; en igual
caso está Carlos, con la diferencia que si te quitase el Rey el Priorato el perjuicio
era solo para ti y para tus hijos, y lo de Carlos no solo le perjudica á él,
sus hijos, á todos los llamados después que él á la Corona inclusive tu, pero á la
Religión, pues la haria resplandecer lo que no sucederá sí tomase el Gobierno
la Reina, que espero nunca sucederá, que seria perseguida y ultrajada según ya
se ha visto, y la pobre España vendría á quedar como la desgraciada Francia;
sobre todo no es justo; si sucede la muerte del Rey, ya lo verás y entonces
conocerás si tengo razón.
La causa de Carlos es la única legítima; gracias á Dios ni un momento he
dudado de esta verdad; la sigo y siguiré mientras viva, tu sigues la ilegítima;
por tanto, aunque eres mi hijo único y seguramente el más querido, desde ahora
te cuento muerto y te mando no me vuelvas á escribir, pues no quiero volver á
saber de ti, pues que has faltado á la Religión y á tu honor.
A Dios, Sebastian, recibe la bendición de tu afligidísima Madre = Maria.
IY — Protesto do rei das Duas Sicilias
Fernando II, por la, gracia de Dios, Rey del Reino de las Dos-Sicilias, de
Jerusalen, etc. Duque de Parma; Plasencia, etc., etc. Gran Príncipe Heredero
de Toscana, etc., etc., etc.
Se nos ha informado con gran sentimiento nuestro que S. M. C, por decreto
de 4 del pasado abril, ha convocado las cortes españolas para que el dia 20 del
próximo junio presten solemne juramento á la Sñra. Infanta Dona Maria Isabel
Luiza, como Princesa heredera de la Corona de las Españas, reconociendo por
este acto el nuevo orden de sucesión que intentó establecer S. M. por la Pragmática
Sanción de 29 de marzo de 1830; derogando el que promulgó el Rey Don
Felipe V por la ley de 10 de mayo de 1713.
En consecuencia de esta noticia hemos considerado :
Que la dicha ley de 1713 fué legítimamente sancionada por el Gefe de una
nueva dinastía con todas las formalidades que indispensablemente se requieren
para que sea válida; concurriendo entonces aquellas extraordinarias y luctuosísimas
circunstancias de donde solamente se puede deducir la necesidad de una
nueva ley de sucesión;
Que la dicha ley, fortificada por más de un siglo de pacífica posesión, fué
una consecuencia necesaria de las estipulaciones que aseguraron el Trono de las
Españas en favor del nieto de Luiz XIV y por él en el de su descendencia
varonil, subtituyendo todavía en toda su fuerza las altas razones que dictaron
esta ley; y
Que el referido orden de sucesión arreglado con la aprobación y bajo la
garantía de las Principales Potencias de la Europa, reconocido no solamente
por la nación Española, sino también por muchos y diferentes tratados que se han