PERSPECTIVAS 128 - International Bureau of Education - Unesco
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cristiano, fue el médico personal de Muauiya, el primer califa omeya. Era experto en la<br />
utilización de venenos y durante ese califato fallecieron misteriosamente muchos hombres y<br />
príncipes destacados. Más tarde, Ibn Udal murió asesinado por venganza. Abu al Hakam al<br />
Dimashqi era un médico cristiano, experto en terapéutica, y cuidaba de la salud de Yazid, el<br />
segundo califa omeya.<br />
La traducción al árabe de obras científicas comenzó bajo los omeyas, en tiempos del<br />
príncipe Jalid ibn Yazid, quien se interesaba por la alquimia y contrató los servicios de<br />
filós<strong>of</strong>os griegos que vivían en Egipto, a los que retribuía espléndidamente para que<br />
tradujeran libros griegos y egipcios de química, medicina y astronomía. El gran químico árabe<br />
Yabir Ibn Hayan (Geber), 705-769 de nuestra era, contemporáneo del príncipe Yalid, se<br />
convirtió en experto en procesos químicos y descubrió el mercurio.<br />
La construcción de un leprosario en Damasco representó otro avance médico realizado<br />
bajo los omeyas. Era el primero de la historia y contó con muchas donaciones. En Europa, en<br />
cambio, seis siglos más tarde, se seguía condenando por decreto real a los leprosos a morir en<br />
una hoguera.<br />
El califato de los omeyas duró alrededor de noventa años, durante los cuales el islam se<br />
extendió desde China, al este, hasta España, al oeste. La traducción de libros científicos al<br />
árabe ya había comenzado, pero durante el califato de los abasíes, que sucedieron a los<br />
omeyas, experimentó una gran aceleración. La flexibilidad de la lengua árabe, la riqueza de su<br />
terminología y su capacidad de expresión constituyeron importantes factores que facilitaron<br />
esa labor de traducción.<br />
Bagdad, adonde Al Mansur, el segundo califa abasí, trasladó la capital, se convirtió en<br />
el centro mundial de las artes y las ciencias. El siglo IX, época de Harun al Raschid, el famoso<br />
príncipe de Las mil y una noches, fue uno de los períodos más fastos de la historia. Se rodeó<br />
de los médicos más destacados de la época, quienes habían estudiado las medicinas persa,<br />
griega e india.<br />
Se dice que el califa Al Abas pidió a Isa ibn Yusuf, el galeno que lo atendía, que<br />
preparase un examen de competencias en medicina, para que a los médicos que no lo<br />
aprobaran se les prohibiera ejercer. Alrededor de 860 facultativos lo superaron, pero cientos<br />
de charlatanes tuvieron que abandonar la pr<strong>of</strong>esión.<br />
El califa Al Mansur propuso a Yuryis ibn Yibrail, un galeno sirio jefe del hospital de<br />
Yundi Schapur, que fuera su médico de cabecera. Pertenecía a una familia en cuyo seno<br />
habían nacido muchos facultativos famosos a lo largo de varias generaciones, los que durante<br />
casi tres siglos ejercieron en la corte abasí, donde acumularon grandes riquezas y alcanzaron<br />
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