La miseria del populismo (1986) - Aníbal Romero
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Nacidos todos <strong>del</strong> seno de una misma Madre, nuestros Padres diferentes<br />
en origen y en sangre, son extranjeros, y todos difieren visiblemente en la<br />
epidermis; esta desemejanza trae un reto de la mayor trascendencia’. (12) ¿A<br />
qué se refería el Libertador?, ¿cuál era el desafío que su intuición política<br />
percibía?<br />
Al realismo político de Bolívar no podía ocultarse el hecho de que la<br />
diversa composición étnica de los pueblos hispanoamericanos, que en sí misma<br />
generaba tensiones, tenía también una dimensión social y política dentro de<br />
una sociedad dividida y profundamente desigual. El reto, para Bolívar, consistía<br />
en superar gradualmente estas diferencias, en canalizar el cambio político y<br />
social dentro de un orden estable, e impedir el desencadenamiento de las<br />
pasiones revolucionarias y la guerra de castas, cuyo producto final no podía ser<br />
otro que el desmembramiento <strong>del</strong> Estado y la fragmentación de la nación. Así,<br />
al vacío histórico creado por la ruptura de la tradición se sumaban los peligros<br />
representados por la heterogeneidad étnica y las diferencias sociales, todo lo<br />
cual exigía -según la aguda intuición política de Bolívar- “un pulso infinitamente<br />
firme, un tacto infinitamente <strong>del</strong>icado para manejar una sociedad heterogénea<br />
cuyo complicado artificio se disloca se divide, se disuelve con la más ligera<br />
alteración”. (13)<br />
¿Cómo esperaba Bolívar hacer frente a este desafío? <strong>La</strong> heterogeneidad étnica,<br />
con su corolario de tensiones y divisiones, sólo podía desaparecer mediante un<br />
proceso de mestizaje, y así lo planteó el Libertador en su mensaje al Congreso<br />
de Angostura: ‘Para sacar de este caos nuestra naciente República, todas<br />
nuestras facultades morales no serán bastantes, si no fundimos la masa <strong>del</strong><br />
pueblo en un todo... <strong>La</strong> sangre de nuestros ciudadanos es diferente,<br />
mezclémosla para unirla” (14) <strong>La</strong>s desigualdades sociales, por otra parte, tenían<br />
también que corregirse dentro de un marco legal sustentado por el Estado en<br />
forma, pero sólo podrían desaparecer de manera gradual. (15) Bolívar estaba<br />
plenamente comprometido con el principio de la progresiva igualación de<br />
oportunidades” dentro de un orden político libre y legítimo, basado en la<br />
soberanía popular. A la vez, el Libertador se oponía al logro de la igualdad a<br />
través de cambios súbitos y revolucionarios, que a su modo de ver sólo<br />
conducían a la anarquía y finalmente al despotismo.<br />
Los esfuerzos de Bolívar por establecer el orden chocaban no solamente<br />
contra la debilidad institucional de las nuevas repúblicas, sino que, también, el<br />
factor de convulsión social venía a añadir otro obstáculo a los intentos de crear<br />
un Estado libre y soberano, basado en la paz y las garantías civiles domésticas.<br />
En junio de 1828 Bolívar insistía, esta vez a Páez: “Yo espero por momentos<br />
una horrorosa tormenta, y, por lo mismo, debemos preparamos a conjurarla,<br />
tomando todas las medidas de precaución para que el desorden no nos arrastre<br />
a los crímenes de una sanguinaria anarquía”.<br />
________________<br />
(12) Ibid., Vol. 2, p. 1140<br />
(13) Ibid., p. 1141<br />
(14) Ibid., p. 1149<br />
(15) Véase Ibid. pp. 1140-1141, 1215 y Vol. 1, p. 1076