La miseria del populismo (1986) - Aníbal Romero
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tiempos, pero lamentablemente lo que requería Venezuela ante la inundación<br />
de petrobolívares no era exaltación, sino sobriedad, no era impaciencia, sino<br />
serenidad, no era retórica, sino sensatez, no era, en fin, un proyecto de gran<br />
país sino de una nación seria, digna, fundada en el respeto a las leyes y en la<br />
conciencia de nuestros propios límites. No se trata, como algunos constructores<br />
de mitos han pretendido hacemos creer, de que no estábamos preparados para<br />
absorber el maná que nos cayó <strong>del</strong> cielo; se trató de que, una vez más, el<br />
liderazgo democrático nacional faltó, y en forma grave para los intereses<br />
nacionales. Como Betancourt, como Caldera, como Uslar Pietri y como tantos<br />
otros de nuestros dirigentes, Carlos Andrés Pérez tenía claro cual era el reto <strong>del</strong><br />
petróleo: “Si esa riqueza!’-decía en 1974- “no la transformarnos en una<br />
agricultura pujante que le dé a Venezuela los alimentos que consume, las<br />
materias primas de origen agropecuario que necesita su industria, esa riqueza,<br />
si no la transformarnos en una industria venezolana que se fundamente en la<br />
explotación de nuestra riqueza, de nuestro carbón Naricual, de nuestro hierro<br />
de la Guayana, de nuestro petróleo de Oriente y Occidente, de nuestros<br />
minerales ferrosos y no ferrosos, si no fundamentamos esa riqueza... será un<br />
sueño, que vivirá una generación de venezolanos, pero nuestros hijos<br />
despertarán de ese sueño en un país arruinado y miserable “. (1)<br />
Igualmente, el ex-Presidente Pérez afirmaba estar dispuesto a “administrar la<br />
abundancia con criterio de escasez”: “<strong>La</strong> abundancia de recursos fiscales” -<br />
enfatizaba en su discurso de toma de posesión- “han sido espejismos que han<br />
contribuido a que nos engañemos a nosotros mismos sobre la verdad de la<br />
sociedad venezolana. Por eso... mi gobierno administrará esta abundancia con<br />
criterio de escasez’... Y poco más tarde, en su alocución ante el Congreso<br />
solicitando poderes extraordinarios, repetía: “Nos hemos acostumbrado a vivir<br />
los venezolanos en una economía de derroche. Nos hemos acostumbrado a<br />
dilapidar la historia, los recursos y los hombres. Una filosofía <strong>del</strong> ahorro y de la<br />
orientación de los recursos se impone como nunca ahora, con acento patético...<br />
<strong>La</strong> ‘sociedad de consumo’ no puede ser nuestra sociedad. Tenemos que ser<br />
primero una sociedad de productores... Somos una Nación rica, exuberante y<br />
ostentosa en la superficie. Pobre, desamparada y huérfana en su profundidad’.<br />
(2)<br />
Ciertamente, el incremento de los ingresos petroleros a partir de 1974 fue<br />
asombroso, así como el aumento <strong>del</strong> volumen de ingresos provenientes <strong>del</strong><br />
petróleo en relación al resto de la economía.<br />
________________________<br />
(1) Carlos Andrés Pérez, Manos a la Obra (Textos de Mensajes, Discursos y Declaraciones <strong>del</strong><br />
Presidente de la República), Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1977<br />
Tomo 1, 2 Vols.). Esta cita, Vol. 2, p. 14 (Énfasis A.R.).<br />
(2) Ibid, Vol. 1, pp. 21-22 , 94-95.