11.05.2013 Views

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL LOCO<br />

intereses de las arcas nacionales que esterilló entre sus<br />

allegados. Pero un día la dignidad de los militares<br />

altivos se sintió hondamente ultrajada: ellos<br />

comprendieron con sus propios ojos que los impuestos<br />

del pueblo eran el usufructo de los gobiernistas. Y esa<br />

ola de indignación interior iba subiendo minuto a minuto<br />

en las conciencias, a semejanza de una marea alta, hasta<br />

que así también, sorda, incontenible, avasalladoramente<br />

se desbordó en la reivindicación de los derechos<br />

conculcados.<br />

Ahora, que el encono más recio de los derrocados<br />

estalle contra los vencedores, es justo; que asimismo<br />

esperen también el retorno de su caudillo al país, es<br />

también justo; pero es bueno que todos lleven esta<br />

convicción: que los militares deben ser esencialmente<br />

nacionalistas y legalistas; que la presencia cíe Montes en<br />

América será el augurio de mares de sangre en Solivia;<br />

que siempre todo nuevo gobierno es nuncio de<br />

bienestar y progreso; pero que si el vencedor falla a sus<br />

promesas, torciendo la mente de los procedimientos, los<br />

rebeldes surgiremos a modo de una maldita plaga<br />

delatora, agitadora y revolucionaria. Tal es la obligación<br />

del ciudadano, ahora y siempre.<br />

Así decían los que inocentemente creían en las<br />

promisiones de las experiencias. Tal creía la buena fe de<br />

los soñadores.<br />

Y ahora digo, a propósito, de un modo general y<br />

definitivo, que los hombres honrados, públicos,<br />

verdaderamente honrados, sin esperar actuar en el<br />

gobierno, no deben aspirar sino a dejar en la historia una<br />

estela de generaciones altivas y veraces, para lo que no se<br />

requiere ser Presidente ni nada: ahí se tiene el libro, la<br />

prensa, la palabra y, por último y primeramente, el<br />

silencioso ejemplo. ¡Oh!, cómo entonces deberá<br />

henchirse el pecho al decir: —Soy el impulsor de esa<br />

falange de rebeldes.— Aquí es necesario que cada cual<br />

sepa que la idea y el pensamiento libres, aun en el más<br />

tímido, un día al fin impele a la acción libre. Y el<br />

gobierno que debió a su honradez tenga por adictos a<br />

tales hombres, debe confiar que cuenta con amigos sin<br />

dobleces, jugando a cartas descubiertas y que<br />

*<br />

— 1211 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!