11.05.2013 Views

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL LOCO<br />

turquí del firmamento las estrellas fulguraban alegres,<br />

llamábanse con sus pestañas de luz. Y crucé la gran<br />

avenida Santa Cruz que están abriendo, entubando el<br />

torrentoso Choqueyapu, internándome lentamente en esas<br />

callejas angostas y tortuosas del suburbio en el que los<br />

raros foqui-tos de luz mortecina parecían avergonzados<br />

ante la suave claridad lunar. Dijérase que mi sombra me<br />

guiaba. De pronto una forma sigilosa ha trastornado<br />

una esquina. A lo lejos se oye el pitar de un guardián y<br />

acaso si la bronca bocina de algún auto, prolongándose<br />

cual si fuese la Sirena de "La Razón", anunciando alguna<br />

novedad a la vez se oye dar las doce de la noche. Yo<br />

estoy yendo como una sombra, metido en mis tuétanos,<br />

en el silencio nocharnie-go, cuando a mi espalda oigo<br />

una voz que repite: Reacción. Reacción. Y calla. Vuelvo<br />

la cabeza, y no hay nadie. Será la voz de alguna radio o<br />

gramófono, digo. Así, prosiguiendo, ensimismado,<br />

pensando y pensando en verdad, sin saber qué,<br />

atolondrado, con un cúmulo de ideas en fuga, entré en un<br />

tienducho destartalado, sórdido, mugriento. Un foquito<br />

antiguo, de veinte bujías, esparce su media luz en el local<br />

de asientos de adobes y cajones vacíos. En la trastienda<br />

un lecho de adobes con cama y un fonógrafo viejo,<br />

empolvado. En la armazón del mostrador de barro cinco<br />

o seis botellas vacías. Tres bebedores charlan en voz baja<br />

en un rincón. Saludo, tomo asiento en el lado opuesto.<br />

La dueña, veterana, está dormitando, arrebujada en su<br />

manta hasta la nariz, sentada en un pellejo de llama<br />

negra, soñando acaso su lejana juventud aborigen o en las<br />

tradiciones misteriosas del Kollasuyo ignoto. Cabecea<br />

lentamente al peso de sus heroicos años anónimos. La miro<br />

con tristeza. Se llama Kgana-Huara. Un gatito bien enroscado<br />

runrunea a su lado.<br />

—Señora, buenas noches— le digo. Y despertando<br />

sobresaltada, responde:<br />

—¡Ay! Señor. Me había dormido. Se ha perdido Ud.<br />

también tanto tiempo...<br />

—Sí, señora— replico—; soy, pues, aviador en las<br />

sombras de la noche. Hace mucho frío. ¿Quiere Ud. darme<br />

una copita? Más bien que sea una cuartita.<br />

— 1605 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!