11.05.2013 Views

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ARTURO BORDA<br />

los traidores a semejanza del cristal que se va<br />

esmerilando con lluvia de arena. Y la humanidad<br />

espectadora en todos los horizontes, se hallaba pendiente<br />

de aquel suplicio sin ejemplo, mientras que poco a poco<br />

los ajusticiados iban mostrando ya sus huesos. Esa agonía<br />

era un indecible poema de dolor en el vendaval de esa<br />

especie de arenilla re-tamizada y ardiente con que los<br />

ejércitos liliputienses acababan con la raza de los viles,<br />

de los que al fin no se supo a qué hora murieron. Pero la<br />

fusilería continuaba invisible y graneada hasta que dio<br />

fin con aquellas osamentas que desaparecieron a bala. En<br />

eso el generalillo de los pul-garcitos dijo:<br />

—Esta ejecución sirva de ejemplo a los hombres<br />

honrados, si los hay y son inteligentes; porque nada<br />

hay en el mundo más infame que un traidor: es el<br />

precipitado de toda ingratitud.<br />

Y no bien hubo acabado de hablar, que una onda<br />

de sombras barrió con aquella ilusión, para que...<br />

……………………………………………………………..<br />

Una espesa humareda de incendio pasa<br />

arrastrada por en viento. Detrás de ella se oye el crepitar<br />

de las llamaradas y un rumor de tropel. Pero poco a<br />

poco cesa el humo, por lo que se va aclarando el<br />

fondo, en el cual se ve ir silenciosamente una multitud<br />

de individuos, entre los que reconozco a Scalígero,<br />

Luciano, Bayle, a Dionisio Crisóstomo y al de<br />

Halicarnaso, a Metrodoro, de Lamsaco, a Pitágoras y a<br />

los de la Escuela de Alejandría, mientras que<br />

destapando las últimas sepulturas<br />

PASQUINO, ARISTARCO y ZOILO (desesperados<br />

y febricientes, y como queriendo<br />

devorar los cadáveres, con colmillos y<br />

fauces de víboras, envenenando con su<br />

amarilla bilis la atmósfera, dirigiéndose<br />

a Green, Avellaneda y Moevios, a Visí,<br />

Guillermo Lauder y Frerón, dicen:)<br />

No ven... Nadie merecía nuestra crítica: en<br />

ninguna de estas tumbas hemos encontrado ya ni<br />

huesos, ni si-<br />

— 1540 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!