11.05.2013 Views

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

DESCARGAR TOMO-3.pdf - Cinosargo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EL LOCO<br />

Digo que la aptitud natural del individuo es lo único<br />

necesario para que los pueblos le adapten al<br />

ciudadano el empleo que requiere para el feliz<br />

desenvolvimiento de las instituciones o aquello que se le<br />

encomiende.<br />

El mandatario debe conocer muy bien a sus hombres,<br />

para no cometer desaciertos a causa de sus colaboradores<br />

y cargar con la responsabilidad de ellos; porque el<br />

que asume toda responsabilidad es el dirigente. En las repúblicas<br />

el éxito depende de una selección atinada de los<br />

segundones. En la falta de tacto o, mejor dicho, en la errónea<br />

comprensión de los espíritus están los grandes fracasos.<br />

Así, pues, de un modo general, la sabiduría o la necedad<br />

de los segundones echará baldón o gloria en los hombros<br />

del gobernante al través de la historia, siempre que<br />

el gobernante no sea un déspota, tirano o dictador. De manera<br />

que debes considerar lo que valen los colaboradores.<br />

En cuanto a los hombres públicos de Bolivia. y sólo<br />

de entre los que conoces, te podría dar multitud de ejemplos;<br />

pero basta y sobra contigo mismo. Y si no crees, ¿qué<br />

lograste con tu profesión, a pesar de tus excelentes cualidades<br />

y de tus variados estudios? Casi nada. ¿Por qué?<br />

Porque tu especialidad no la profundizaste de manera debida.<br />

Recuerda que cuando sin preparación alguna y de<br />

improviso quisiste actuar en la cosa pública, recuerda, digo,<br />

la vergüenza de tu fracaso, que ello, al parecer, poco<br />

te importaba, sino que ante tí mismo, cuando te viste más<br />

ignorante que el portero, abusando del uso de una autoridad<br />

que iba a tí del puesto que desempeñabas, siendo<br />

que el hecho debería ser contrario, lógicamente. ¿Qué eras<br />

entonces? Un fantoche de carne y hueso, con conciencia,<br />

para tu mal, pero sin el valor suficiente para confesar la<br />

verdad. Entonces, el respeto primo de tus inferiores se<br />

trocó en secreta befa, lo cual confesarás que no podía ser<br />

de otro modo. Y estuvo muy bien.<br />

Entre tanto, ¿qué sucedía del despacho encomendado<br />

a tí? Lo inevitable: que se enmarañó a la diabla, a<br />

causa de que un día ya no quisiste oír el constante<br />

consejo de tus subalternos en virtud del azar, ya que en<br />

virtud de su saber quedabas muy por debajo. Te dabas<br />

cuenta y sin em-<br />

— 1315 —

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!