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ARTURO BORDA<br />

dose en mí. Así la musiquilla siniestramente femenina, ridicula<br />

y pertinaz, enervante y obsesora, canta ya en mis<br />

tuétanos el fatídico ritmo. Es el taladro del son plebeyo<br />

en acordeón o en charanga en feria o en Miércoles de Ceniza,<br />

que trae sugerencia de languideces y tufos de eruptos<br />

en borrachera plañidera. ¡Oh, el agrio compás de La<br />

Patacoja!, como en un eterno hablar de yaravíes o<br />

boleros.<br />

…………………………………………………………<br />

Entonces, ¡¡qué desesperación de huir! Y sueño<br />

en la tristona Normadía. Ir en los crepúsculos las<br />

curvas de los caminos; sorprender nuevos horizontes;<br />

embarcarse en un velero bajel, sin batelera, y con viento<br />

propicio hacerse a la mar abierta, cortando la espumosa<br />

ondulación de las procelarias, en tanto que azuladas ya<br />

las lejanas costas se esfuman en la inmensidad siempre<br />

azul.<br />

Oh, partir sin que nadie nos despida y llegar sin<br />

que ya nadie nos espere!...<br />

Pasar a semejanza de sombra alucinada, helada y<br />

pálida, por Argel, Singapur, El Cairo y Túnez y remontar<br />

el Nilo- de los Faraones. Ansio ahogarme en las callejas<br />

ensordecedoras de Constantina. ¡Oh! Brest, Tolón, Tívoli<br />

y Marsella; y allá el Tánger, Brujas y Venecia. ¡Oh! mar<br />

de Sorrento, ¡oh las costas de Levante! Siracusa y<br />

Catania; Sicilia, Palermo y Pompeya; Lucerna y<br />

Benarés, la ciudad santa, y en las auroras o a los últimos<br />

rayos del sol, contemplar la Grecia Magna.<br />

Huir, volar, tornar y morir oculto en las<br />

cascadas, a la sombra de los gélidos montes o en la<br />

umbría de las selvas vírgenes en mi América ignota<br />

ya...<br />

Pero ¿para qué si tengo el hastío prenatal? Aquí<br />

será, en el verde cicuta de la hora, sin un adiós, sin<br />

agonía...<br />

Y espero inútilmente que acuda una lágrima a<br />

mis ojos; mas ya no sé si me alegro o siento no tener la<br />

ridiculez de un lagrimón. Noto que empiezo a<br />

endurecerme en la serenidad, satisfecho de partir sin<br />

dejar afectos, libre, sin<br />

— 1434 —

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