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ARTURO BORDA<br />

por miedo y vergüenza de esos vecinos existe prácticamente<br />

la justicia internacional, según decía un amigo, tapándose<br />

la cara para que no le viésemos reir. Pero nada más<br />

delicioso que aquel famoso proyecto de querer reglamentar<br />

las revoluciones. ¡Cómo he reído durante quince días<br />

seguidos! Y esos representantes nacionales ya son mayores<br />

de edad. Cierto, pero sólo de edad. Así que admira imaginar<br />

que jamás deben haber considerado que las revoluciones<br />

son procesos naturales del organismo social, en fuerza<br />

de la necesidad de su mejoramiento, y que consiguientemente<br />

sólo pueden cesar cuando el organismo social se<br />

siente entrar en una corriente que le satisface, por<br />

saberse mejorando sensiblemente. Así en una larga paz<br />

hasta que culmina en un gran apogeo racial. Sin embargo<br />

entonces sintiendo el estancamiento de masa, queriendo<br />

adelantarse ya — cosa imposible — para salvarse, se<br />

produce en una nueva y tremenda revolución, la cual<br />

marca definitivamente la decadencia atáxica hasta su<br />

consumación. Ejemplos: — La India Oriental y en<br />

América las poblaciones aborígenes.<br />

Si pretenden ser gobiernos revolucionarios — pecarían<br />

de tontos quienes conquistando a fuerza de sacrificios<br />

una situación ambicionada para "a ejecución de su ideal, se<br />

la dejacen arrebatar por negligencia; pues para su conservación<br />

necesitan la más zahori vigilancia: ser a la vez Argos<br />

y Visnú. Cuando se lucha por lo que al fin se logra, es<br />

para conservarlo; sepan los vencedores y aprovechen.<br />

XIII<br />

Después de aquella tenebrosa noche del fulgor de la<br />

aurora nació inmenso el Porvenir. La multitud especiaba<br />

con ansia, esperando el fallo. Llegó él, observó, midió de<br />

una ojeada uno a uno y sentenciando dijo:<br />

— Que todos sean llevados a la horca.<br />

Así fue. En ella aparecieron todos con la soga al cuello,<br />

pero pisando aun en tablado firme. Mas el Porvenir<br />

prosiguió hablando en estos términos:<br />

— El que no haya perorado los altos ideales, bus<br />

cando situaciones ociosas, para jugar o vender la patria;<br />

— 1290 —

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