Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>La</strong>s ton<strong>el</strong>adas de plata de Potosí han desaparecido, pero quedan las hu<strong>el</strong>las de oro d<strong>el</strong><br />
espíritu <strong>en</strong> San Lor<strong>en</strong>zo y <strong>en</strong> Pérez Holguín.<br />
OTRA VISION DE SU OBRA<br />
I.- Si <strong>el</strong> objeto de la sociología es <strong>el</strong> averiguar cómo se forma <strong>el</strong> alma de una nación a<br />
través de sus avatares históricos, arrancar los secretos d<strong>el</strong> pasado, y repres<strong>en</strong>tarse la génesis de<br />
su estilo, la pintura de M<strong>el</strong>chor Pérez Holguín, es una de las fu<strong>en</strong>tes más sugestivas para p<strong>en</strong>etrar<br />
<strong>en</strong> la morfología d<strong>el</strong> Alto Perú.<br />
<strong>La</strong> gran zona geográfica de la Audi<strong>en</strong>cia de Charcas, como <strong>en</strong>tidad vivi<strong>en</strong>te, tuvo los<br />
constructores de su personalidad espiritual, y uno de <strong>el</strong>los, es sin duda, <strong>el</strong> pintor potosino Pérez<br />
Holguín. Él <strong>en</strong>carna la unidad colectiva de un conductor, y recogió <strong>en</strong> la savia de su tronco robusto<br />
<strong>el</strong> torr<strong>en</strong>te vital de la Colonia, esparcido <strong>en</strong> la substancia nutricia de la tierra, de sus g<strong>en</strong>tes, de su<br />
vida, de sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, de sus emociones y de sus formas exist<strong>en</strong>ciales. Pérez Holguín puede<br />
ser estimado como uno de esos héroes precursores de nuestra indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, y como un<br />
conductor de multitudes. Se trata de un auténtico servidor d<strong>el</strong> pueblo, casi de uno de sus<br />
b<strong>en</strong>efactores, es <strong>el</strong> mago que ha sabido embalsamar la emoción de los siglos XVII y XVIII, para<br />
pres<strong>en</strong>tarla viva estéticam<strong>en</strong>te ante los ojos de los hombres que forman los testam<strong>en</strong>tos de las<br />
g<strong>en</strong>eraciones pretéritas. Pérez Holguín, con Calancha, son <strong>el</strong> alma y <strong>el</strong> cuerpo de la Colonia.<br />
El afán investigador <strong>en</strong> Pérez Holguín, como <strong>en</strong> otras figuras magníficas de la historia de<br />
las B<strong>el</strong>las Artes y d<strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, se estr<strong>el</strong>la ante <strong>el</strong> vacío docum<strong>en</strong>tal. El destino parece<br />
complacerse <strong>en</strong> Pérez Holguín, ofreci<strong>en</strong>do como la única noticia de su biografía, nada más que sus<br />
cuadros. Así los cimi<strong>en</strong>tos psicológicos y la anécdota permanec<strong>en</strong> ocultos, mi<strong>en</strong>tras <strong>el</strong> castillo de<br />
luz de su obra que se alza sobre la superficie de la tierra nos deslumbra. <strong>La</strong> vida de Pérez Holguín,<br />
fr<strong>en</strong>te al historiador es borrosa, realizada <strong>en</strong> esa planicie monótona de la creación y d<strong>el</strong> trabajo. Su<br />
biografía es, pues, su obra creadora, <strong>en</strong> <strong>el</strong>la están los episodios de su alma y las peripecias de su<br />
dinámica espiritual. Hasta hace pocos años su arte fue ignorado y su vida como hasta hoy un<br />
misterio imp<strong>en</strong>etrable. Pocas son las pistas que se ofrec<strong>en</strong> para llegar a la construcción de su<br />
personalidad, ya que su exist<strong>en</strong>cia fr<strong>en</strong>te al fluir d<strong>el</strong> tiempo se nos esfuma <strong>en</strong> un claroscuro, y así<br />
se ignora los datos de su cédula ciudadana, los datos de su asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, igualm<strong>en</strong>te que como<br />
empleo de su tiempo fuera d<strong>el</strong> trabajo y también su libertad. Asoma un rumor ante la historia<br />
expedido por la tradición que los Pérez Holguín, fueron <strong>en</strong> Potosí personas principales,<br />
correspondi<strong>en</strong>tes a esa hidalguía hispano-criolla con títulos, cuyo lustre duraba, según la frase de<br />
Quevedo, mi<strong>en</strong>tras <strong>el</strong> don estaba acompañado con <strong>el</strong> din. Nosotros preferimos a este Pérez<br />
trotaconv<strong>en</strong>tos, charlador <strong>en</strong> las c<strong>el</strong>das de los frailes, bebedor de chocolate <strong>en</strong> las casas de los<br />
canónigos, amigo de plateros y de talladores, que contempla sus mod<strong>el</strong>os <strong>en</strong> las misas y <strong>en</strong> las<br />
procesiones a un hidalgo fanfarrón y espadachín como escapado de alguna tradición de Brocha<br />
Gorda o de Ricardo Palma. Pérez Holguín nos es grato extraído aristocráticam<strong>en</strong>te con las t<strong>en</strong>azas<br />
de su tal<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> fondo mismo d<strong>el</strong> pueblo. Un Pérez Holguín fundador de la dinastía que ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong><br />
escudo herácleo de la escu<strong>el</strong>a de los pintores potosinos de la Colonia y de la República.<br />
II.- El autorretrato de Pérez Holguín, pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> cuadro "Destierro de Ignorancia", único<br />
<strong>en</strong>tre los pintores de la Colonia -que no adolecieron la manía rembranesca-, ofrece una serie de<br />
sugestiones que crean <strong>en</strong> cierto modo la atmósfera de su personalidad. <strong>La</strong> inspección fisiognómica<br />
d<strong>el</strong>ata <strong>el</strong> año 1708, fecha de la obra, un hombre <strong>en</strong> la edad v<strong>en</strong>dimial, trasmontando los cuar<strong>en</strong>ta<br />
años. Su madurez achaparrada le comunica un aire de familia a los criollos <strong>en</strong>gordados a base de<br />
chocolate y de chicha. Vigoroso y pl<strong>en</strong>o de salud, muestra una abundante traza de forjador. El<br />
retrato por sus trajes pinta a un caballero de la hidalguía, que bi<strong>en</strong> no pudiera ser mestizo sino<br />
simplem<strong>en</strong>te criollo. Esta actitud meditativa d<strong>el</strong> hombre que mide <strong>el</strong> mundo con <strong>el</strong> compás, ante la<br />
obra de higi<strong>en</strong>e que ha realizado, expulsando mediante su cuadro a los apóstatas, judíos, turcos,<br />
moros, herejes y g<strong>en</strong>tiles, lo pres<strong>en</strong>ta como un hombre preocupado por <strong>el</strong> destino católico d<strong>el</strong><br />
mundo y <strong>el</strong> porv<strong>en</strong>ir bíblico de la humanidad. Su actitud es meditativa, d<strong>el</strong> hombre de alma<br />
conv<strong>en</strong>tual y solitaria. Este autorretrato que ti<strong>en</strong>e todas las posibilidades de la id<strong>en</strong>tidad absoluta<br />
167