15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Rosario.- Inmediatam<strong>en</strong>te después de la comida o sea las cinco de la tarde, <strong>en</strong> cada casa<br />

se realizaba la ceremonia de rezar <strong>el</strong> rosario. <strong>La</strong> madre de familia o una persona de respeto hacía<br />

rezar <strong>el</strong> rosario ya sea <strong>en</strong> la "cuadra" o <strong>en</strong> <strong>el</strong> oratorio.<br />

Romerías.- Estas se efectuaban a sitios apartados de las ciudades, donde se colocaba <strong>el</strong><br />

Calvario o <strong>en</strong> capillas donde se v<strong>en</strong>eraba a la Virg<strong>en</strong>. Estas romerías, aparte d<strong>el</strong> motivo r<strong>el</strong>igioso,<br />

daban lugar a bailes, comilonas, pandillas, etc. <strong>La</strong> más famosa romería <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto Perú era la<br />

c<strong>el</strong>ebrada al santuario de Copacabana, que atraía visitantes de todo <strong>el</strong> país. Estas romerías<br />

continuaron la tradición indíg<strong>en</strong>a que mant<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> Copacabana desde los tiempos incaicos este<br />

viaje r<strong>el</strong>igioso.<br />

Retreta.- El pueblo se reunía <strong>en</strong> la plaza de Armas para escuchar paseando, las charangas<br />

militares. Completaban <strong>el</strong> cuadro de la retreta las m<strong>el</strong>cocheras y las ankukeras, que t<strong>en</strong>ían sus<br />

puestos consist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> pequeñas mesas alumbradas por una v<strong>el</strong>a de sebo, agregándose la v<strong>en</strong>ta<br />

de buñu<strong>el</strong>os fritos <strong>en</strong> grasa de cerdo.<br />

Responseros.- Haci<strong>en</strong>do compet<strong>en</strong>cia a los curas limosneros, ambulaban los curas<br />

responseros, que cantaban responsos retribuídos <strong>en</strong> sufragio de las almas d<strong>el</strong> purgatorio. Esta<br />

costumbre de los curas responseros se <strong>el</strong>iminó hacia <strong>el</strong> año 1.800.<br />

Rogativas.- Estas procesiones se realizaban con mil motivos, <strong>en</strong> las que estaban<br />

compr<strong>en</strong>didas las rogativas de lluvia, bu<strong>en</strong>as cosechas, alejami<strong>en</strong>to de pestes y ruegos para evitar<br />

toda clase de calamidades, como guerras y revoluciones. <strong>La</strong>s autoridades españolas mediante<br />

aparatosas rogativas, consist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> procesiones y cánticos, trataron de sost<strong>en</strong>er la moral d<strong>el</strong><br />

pueblo altoperuano para que mantuviera su fe <strong>en</strong> Fernando VII. A estas procesiones de rogativas<br />

asistían los niños de las escu<strong>el</strong>as, los gremios, los funcionarios, las hermandades y <strong>el</strong> pueblo.<br />

Santo.- Así d<strong>en</strong>ominaba la c<strong>el</strong>ebración d<strong>el</strong> día d<strong>el</strong> nacimi<strong>en</strong>to, que coincidía con <strong>el</strong> nombre<br />

d<strong>el</strong> santo indicado <strong>en</strong> almanaque. En los primeros tiempos de la Colonia los indios acostumbraban<br />

designar a sus hijos con <strong>el</strong> nombre de flores, pájaros o <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos de la naturaleza. El Virrey<br />

Toledo <strong>en</strong> las ord<strong>en</strong>anzas que expidió <strong>en</strong> Charcas, obligó a que los indios designaran a sus hijos<br />

con <strong>el</strong> nombre de Santos. <strong>La</strong> mayoría de los hombres, para estar protegidos por un santo y una<br />

santa usaban nombres al propio tiempo masculino y fem<strong>en</strong>ino, como José María, Manu<strong>el</strong><br />

Cand<strong>el</strong>aria, Antonio Asunción.<br />

<strong>La</strong> c<strong>el</strong>ebración d<strong>el</strong> santo era motivo de una fiesta, que se prolongaba al día sigui<strong>en</strong>te. Los<br />

amigos volvían a quitar la "corcova" al d<strong>el</strong> santo.<br />

Sortija.- En <strong>el</strong> invierno colonial se introdujo este espectáculo <strong>el</strong>egante de la sortija. El juego<br />

consistía <strong>en</strong> carreras de caballos, cuyo jinete debía extraer con un puntero la sortija colgada de un<br />

dispositivo especial colgado <strong>en</strong> un cord<strong>el</strong>. Esta fiesta de equitación congregaba a la juv<strong>en</strong>tud de<br />

ambos sexos, dando lugar a reuniones sociales.<br />

Trabajo administrativo.- El ritmo de la vida colonial era <strong>el</strong> ocio más o m<strong>en</strong>os prolongado, de<br />

aquí que los días feriados, domingos, festividades y <strong>el</strong> día de la barba, hecho <strong>el</strong> cómputo por las<br />

propias autoridades <strong>en</strong> 1.689, arrojaba que sólo funcionaba la administración de justicia y los<br />

demás ramos cinco meses al año. Por este motivo se ord<strong>en</strong>ó por una Real Cédula, que se<br />

redujeran las vacaciones que fueron establecidas por su Santidad Urbano XVIII, sin exceder las<br />

fiestas que son de tabla.<br />

Toros.- <strong>La</strong> afición española a las corridas de toros, recibió, una asimilación perfecta <strong>en</strong> las<br />

tierras d<strong>el</strong> Alto Perú, donde no hubo fiesta importante sin la exhibición d<strong>el</strong> espectáculo de oro,<br />

seda, sangre y sol. Como las ciudades y villas no contaban con circos taurinos, estos se<br />

improvisaban <strong>en</strong> las plazas reales. Se cerraban las bocacalles, mediante palos amarrados y<br />

82

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!