15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que domina la vestim<strong>en</strong>ta obscura. Este hábito fué exagerado durante muchos años, de tal modo<br />

que las familias con las constantes muertes de pari<strong>en</strong>tes de diversos grados, siempre estaban<br />

sometidas a la dictadura d<strong>el</strong> negro. También debió ser exagerado <strong>el</strong> luto consagrado a las<br />

personas reales, que se dictó una Real Cédula reglam<strong>en</strong>taria <strong>en</strong> 1693. "Mando -dice <strong>el</strong> docum<strong>en</strong>to-<br />

que de aquí <strong>en</strong> ad<strong>el</strong>ante que los lutos que se pusier<strong>en</strong> todos mis vasallos de las Indias de ambos<br />

reinos d<strong>el</strong> Perú y Nueva España, por muerte de personas reales sean <strong>en</strong> esta forma: los hombres<br />

han de poder traer capas y faldas largas hasta los pies y han de durar <strong>en</strong> esta hasta <strong>el</strong> día de las<br />

honras; y las mujeres han de traer monjiles de bayeta si fuere invierno y <strong>en</strong> verano lanilla, con<br />

manto y tocas d<strong>el</strong>gadas que no sean seda, lo cual también ha de durar hasta <strong>el</strong> día de las honras y<br />

después se pondrá de alivio <strong>el</strong> luto correspondi<strong>en</strong>te. Que los lutos que se pusier<strong>en</strong> por cualquiera<br />

de los vasallos, aunque sean de la primera nobleza, sean solam<strong>en</strong>te capas largas, calzones, ropilla<br />

de bayeta o paño y sombreros sin forro, y que sólo puedan traer luto las personas pari<strong>en</strong>tes d<strong>el</strong><br />

difunto <strong>en</strong> los grados próximos de consanguinidad o afinidad que son por padre o madre, hermano<br />

y hermana, abu<strong>el</strong>o, o abu<strong>el</strong>a, u otro asc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te o suegra o suegro, marido o mujer, <strong>el</strong> heredero,<br />

aunque no sea pari<strong>en</strong>te, sin que se puedan dar a los criados de la familia d<strong>el</strong> difunto ni al de sus<br />

hijos, yernos, hermanos, ni herederos, de suerte que no se pued<strong>en</strong> poner lutos ninguna persona de<br />

la familia aunque sean de escalera, arriba. Que los ataúdes que se llev<strong>en</strong> a <strong>en</strong>terrar a los difuntos<br />

no sean de t<strong>el</strong>as ni colores sobresali<strong>en</strong>tes, ni de seda, sino de bayeta, paño u holandilla negra,<br />

clarazón negro pavonado y galón negro o morado, por ser sumam<strong>en</strong>te impropio poner colores <strong>en</strong><br />

<strong>el</strong> instrum<strong>en</strong>to donde está <strong>el</strong> orig<strong>en</strong> de la mayor tristeza y sólo se permite que puedan ser de color<br />

y de tafetán doble y no más los ataúdes de los niños hasta salir de la infancia y de qui<strong>en</strong>es la<br />

iglesia c<strong>el</strong>ebra misa de áng<strong>el</strong>es".- Disposiciones Complem<strong>en</strong>tarias de las Leyes de Indias.<br />

Murmuración.- "Los criollos usaban para <strong>el</strong>lo con gracia incomparable la murmuración<br />

truhanesca de corrillo y de estado. Más a m<strong>en</strong>udo recurrían a la disputa so pretexto de actos civiles<br />

o eclesiásticos, lanzándose cru<strong>el</strong>es ironías y vituperios <strong>en</strong> palestras como <strong>el</strong> ayuntami<strong>en</strong>to, la<br />

sacristía capitular, las juntas de gremios mayores, los locutorios de frailes, los claustros de la<br />

Universidad. Estas eran las reyertas de la g<strong>en</strong>te fina y distinguida, reduciéndose a una gran<br />

pap<strong>el</strong>eada que iba a parar a los estrados for<strong>en</strong>ses o a la real Cámara".- Últimos Días Coloniales,<br />

por R<strong>en</strong>é Mor<strong>en</strong>o.<br />

Prostitución.- Un bando publicado <strong>el</strong> año 1649 <strong>en</strong> fecha 3 de Febrero <strong>en</strong> la ciudad de Tarija<br />

nos rev<strong>el</strong>a la exist<strong>en</strong>cia de prostitutas. <strong>La</strong> prohibición está cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes términos:<br />

"Que las mujeres no podían salir a las "puertas a la cerrada de la noche", que las "limosnas y<br />

mercedes" a "pedidores" debían ser con aviso d<strong>el</strong> Corregidor, que las uniones de hembra y hombre<br />

t<strong>en</strong>ían que hacerse <strong>en</strong>tre españoles, si<strong>en</strong>do necesario aviso al Gobernador para "hacer lo<br />

contrario". Todo lo manda con p<strong>en</strong>a de azote y muerte <strong>en</strong> su caso".- De "<strong>La</strong>s Tejas de mi Techo",<br />

por Bernardo Trigo.<br />

Pedreas.- <strong>La</strong>s <strong>en</strong>emistades colectivas se dilucidaban <strong>en</strong> luchas de piedra que se<br />

realizaban <strong>en</strong> los suburbios de las ciudades. Estas guerras de "arribeños y abajeños", "ingas y<br />

huarcas", rojos y azules, se llevaban a cabo con determinadas reglas de juego. En estas pedreas<br />

se prohibía <strong>el</strong> uso de armas, empleándose la mano y las hondas, por tanto sólo habían algunas<br />

heridas y contusiones. <strong>La</strong>s pedreas se mantuvieron hasta fines d<strong>el</strong> siglo XIX y era <strong>el</strong> único deporte<br />

viril <strong>en</strong> que ejercitaba su audacia y sus músculos la juv<strong>en</strong>tud.<br />

Picanterías.- Los sitios donde las cholas v<strong>en</strong>dían sus picantes cocinados se d<strong>en</strong>ominaban<br />

picanterías. Aquí también se exp<strong>en</strong>día chicha. Eran sitios de baile, juego y lugar de cita de la g<strong>en</strong>te<br />

de mal vivir de ambos sexos.<br />

Plañideras.- Esta costumbre de alquilar los servicios de mujeres <strong>en</strong>lutadas que lloraban<br />

tanto <strong>en</strong> la casa d<strong>el</strong> difunto como <strong>en</strong> <strong>el</strong> acompañami<strong>en</strong>to al <strong>en</strong>tierro se mantuvo hasta fines d<strong>el</strong><br />

siglo XVlll que fue abolida gracias a la interv<strong>en</strong>ción r<strong>el</strong>igiosa. <strong>La</strong>s plañideras constituyeron <strong>en</strong> la<br />

vida colonial un espectáculo grotesco, pero, aceptado por las familias cuya importancia social y<br />

económica se estimaba también por <strong>el</strong> número y abundancia de estas mujeres lloronas.<br />

80

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!