15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Destierro.- Muchas faltas estaban sancionadas con p<strong>en</strong>a de destierro. Este se aplicaba <strong>en</strong><br />

forma de extrañami<strong>en</strong>to a otros reinos d<strong>el</strong> Imperio Español o bi<strong>en</strong> era conducido <strong>el</strong> reo hasta la<br />

propia España, como ocurrió <strong>en</strong> los días de la revolución de la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia.<br />

Despejos.- <strong>La</strong>s milicias españolas luci<strong>en</strong>do sus vistosos uniformes se agrupan <strong>en</strong> la Plaza<br />

Real, operando una serie de evoluciones al son de chirimías y tambores. Estas evoluciones de<br />

caprichosas figuras eran acompañadas de disparos de pólvora. Los despejos eran tan corri<strong>en</strong>tes,<br />

para divertir al pueblo, a tal punto que se refiere que uno de los últimos int<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tes de <strong>La</strong> Paz<br />

mandaba hacer estos ejercicios d<strong>el</strong>ante d<strong>el</strong> conv<strong>en</strong>to de las Concepcionistas para que se divirtiera<br />

una de sus hijas que estaba interna <strong>en</strong> dicho establecimi<strong>en</strong>to como r<strong>el</strong>igiosa.<br />

Entradas.- Esta descripción de la <strong>en</strong>trada d<strong>el</strong> Libertador Bolívar <strong>en</strong> <strong>La</strong> Paz <strong>el</strong> año 1825,<br />

puede dar idea de esta clase de ceremonias coloniales, guardando la correspondi<strong>en</strong>te distancia de<br />

espacio y tiempo. "Llegó por fin <strong>el</strong> deseado día, <strong>el</strong> 18 de agosto, <strong>en</strong> <strong>el</strong> que hacía su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> <strong>La</strong><br />

Paz <strong>el</strong> padre de la patria, <strong>el</strong> inmortal Bolívar. Desde <strong>el</strong> amanecer estaban las calles y edificios d<strong>el</strong><br />

tránsito profusam<strong>en</strong>te adornados con ricas cabalgaduras, gallardetes, y banderas nacionales,<br />

mezcladas con las de la Colonia y otros estados. De distancia <strong>en</strong> distancia se <strong>el</strong>evaban arcos<br />

magníficam<strong>en</strong>te decorados y ost<strong>en</strong>tando emblemas de libertad. A la hora oportuna se hallaba<br />

formada desde la plaza principal hasta <strong>el</strong> pie de ¡la Garita de Lima, la división colombiana, vestida<br />

de parada y reflejando <strong>en</strong> sus luci<strong>en</strong>tes armas los rayos d<strong>el</strong> mismo claro sol que poco antes los<br />

iluminara <strong>en</strong> Ayacucho. Al medio día un repique g<strong>en</strong>eral de campanas, cohetes y alegres músicas,<br />

anunciaron que se aproximaba ya <strong>el</strong> Libertador al Alto de <strong>La</strong> Paz. Los vivas y las aclamaciones así<br />

que los libertadores se aproximaban a la plaza y cuando <strong>en</strong>tró, rompieron y atronaron los aires.<br />

Como era inm<strong>en</strong>so <strong>el</strong> concurso de g<strong>en</strong>te a caballo que le acompañaba, <strong>el</strong> paso era l<strong>en</strong>to y dio<br />

lugar a que los cuerpos se replegaran de manera que casi toda la plaza era ocupada por la tropa.<br />

De allí pasó a la casa de gobierno; se hallaban ya los espaciosos salones ll<strong>en</strong>os d<strong>el</strong> más lucido<br />

concurso. No fue m<strong>en</strong>os gozosam<strong>en</strong>te c<strong>el</strong>ebrado <strong>el</strong> segundo día. <strong>La</strong> ciudad volvió a ataviarse con<br />

galas d<strong>el</strong> día anterior <strong>en</strong> toda su ext<strong>en</strong>sión, los grupos de alegres g<strong>en</strong>tes, las músicas circulaban<br />

por todas partes, pero lo que más eficazm<strong>en</strong>te promovía la animación, era <strong>el</strong> concurso de las<br />

ágiles e incansables comparsas v<strong>en</strong>idas de las provincias, que al son de sus flautas y tamboriles,<br />

danzaban separadam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la plaza, ya con graciosos giros, ya con caprichosas evoluciones,<br />

causando plácida diversión a la multitud que los contemplaba. A la hora de costumbre y con<br />

distinguido y brillante séquito, se dirigió <strong>el</strong> Libertador a la Catedral, por <strong>en</strong>tre las filas de tropa que<br />

formaban calle, haciéndole al redoble de tambores los honores de ord<strong>en</strong>anza; mezclándose las<br />

marchas que tocaban las músicas militares. Recibido con pomposo ceremonial a su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

templo y ocupando <strong>el</strong> respectivo sitial, se dio principio a la misa de gracias que lo mismo que <strong>el</strong> te<br />

deum, fueron cantados con la mayor solemnidad. Terminada la función r<strong>el</strong>igiosa y de regreso a la<br />

casa tuvo lugar <strong>el</strong> cumplido besa-manos. <strong>La</strong> noche fue dedicada a un magnífico y ost<strong>en</strong>toso sarao,<br />

cual corresponde al héroe a qui<strong>en</strong> se dedicaba. Esa misma noche y a las primeras horas se<br />

quemaban fuegos artificiales con ing<strong>en</strong>iosas y b<strong>el</strong>las perspectivas de castillos y variadas figuras<br />

que emb<strong>el</strong>esaban al público. Este <strong>en</strong> alegre algazara discurría por las calles, vistosam<strong>en</strong>te<br />

iluminadas. El tercer día fue festejado con una corrida de toros <strong>en</strong> la plaza principal, arreglada<br />

conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te al efecto, y que dio plausiblem<strong>en</strong>te resultado. No pasaron muchas horas cuando<br />

una comisión de la Municipalidad vino a pres<strong>en</strong>tar at<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te al Libertador una primorosa llave<br />

de oro".- Recuerdos d<strong>el</strong> Tiempo Heroico, de José María Rey de Castro.<br />

Etiqueta.- <strong>La</strong>s Leyes de Indias y las Disposiciones Complem<strong>en</strong>tarias, conti<strong>en</strong><strong>en</strong> una serie<br />

de normas sobre la etiqueta, que regulaban los distintos actos de la vida oficial. Esta serie de<br />

prescripciones r<strong>el</strong>ativas a la etiqueta, conti<strong>en</strong><strong>en</strong> provisiones tan pintorescas, como por ejemplo "<strong>La</strong><br />

que establece que no altere <strong>el</strong> Presid<strong>en</strong>te de la Audi<strong>en</strong>cia de Charcas la costumbre de que <strong>el</strong><br />

Provisor se si<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>el</strong> coro después d<strong>el</strong> Dean y <strong>el</strong> Arcediano y que cuando <strong>el</strong> Presid<strong>en</strong>te y <strong>el</strong><br />

Cabildo se visitaban se deban puerta y silla, que se prohibía a los oidores que asistan a funciones<br />

de <strong>en</strong>tierro, tomas de hábito, fiestas, convites de pari<strong>en</strong>tes Ministros de la Audi<strong>en</strong>cia y particulares,<br />

sobre los sitios de los contadores de cu<strong>en</strong>tas, al igual que los oidores <strong>en</strong> las funciones públicas,<br />

78

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!