15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

la vida española era una especie de l<strong>en</strong>te ampliatorio, para la compr<strong>en</strong>sión de los siglos coloniales.<br />

España se me convertía <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo paisaje social de Bolivia, pero agigantado. <strong>La</strong> visita a las<br />

aldeas y a los pueblos españoles me dió una s<strong>en</strong>sación muy clara de mi propia tierra. Así, pues,<br />

esas fuerzas románticas de cont<strong>en</strong>ido evocador y poético, hube de int<strong>el</strong>ectualizarlas ya <strong>en</strong> plan de<br />

trabajo y captación docum<strong>en</strong>tal y literaria. Com<strong>en</strong>cé aqu<strong>el</strong> año mi afán pesquisante, con ayuda de<br />

cuyas notas extraídas de la historia y de las que sólo he arrancado las es<strong>en</strong>cias sociales, trazo las<br />

pres<strong>en</strong>tes páginas.<br />

Así, pues, este libro cont<strong>en</strong>drá estímulos e incitaciones para qui<strong>en</strong> guste de la historia sin<br />

<strong>el</strong> éxtasis d<strong>el</strong> dato, y será un esquema de esas fuerzas para <strong>el</strong> que busque no con visión tubular,<br />

sino como visión de paisaje las gr<strong>andes</strong> síntesis humanas.<br />

El lector, si ti<strong>en</strong>e paci<strong>en</strong>cia, podrá <strong>en</strong>terarse de este libro <strong>en</strong> pocas horas. Así mi largo afán<br />

quedará cumplido con la satisfacción de haberle ahorrado todo <strong>el</strong> largo tiempo que tuve que<br />

emplear, vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> pasado ll<strong>en</strong>o de emoción m<strong>en</strong>tal y de tan ricas experi<strong>en</strong>cias para la<br />

compr<strong>en</strong>sión d<strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te y d<strong>el</strong> futuro de Bolivia.<br />

<strong>La</strong> Paz, 11 de junio se 1942.<br />

GUSTAVO ADOLFO OTERO<br />

CAPITULO I<br />

LA RAZA<br />

Los grupos humanos que poblaban <strong>el</strong> Alto Perú <strong>en</strong> la Colonia.- Aymaras, keschuas y españoles.-<br />

Génesis y evolución d<strong>el</strong> mestizaje.- <strong>La</strong> Colonia, crisol de la nueva raza.- Rasgos psicológicos d<strong>el</strong><br />

mestizo.<br />

<strong>La</strong> ley sociológica d<strong>el</strong> mestizaje, fué <strong>el</strong> imperativo categórico racial de la Colonia <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto<br />

Perú. El mito de la pureza de sangre no se cumplió <strong>en</strong> las zonas geográficas ocupadas por los<br />

grupos humanos vernáculos, ya que los keschuas y los aymaras sufrieron varias misoginizaciones,<br />

dando resultados biológicos siempre r<strong>en</strong>ovados y que han sufrido diversos cambios evolutivos<br />

hasta <strong>el</strong> pres<strong>en</strong>te.<br />

<strong>La</strong> exist<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> tipo mestizo es un hecho social vivo. Lo que interesa es aplicar <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido<br />

d<strong>el</strong> análisis, para t<strong>en</strong>er una visión de la génesis de esta forma biológico-social. No basta conocer <strong>el</strong><br />

hecho, es necesario trazar la parábola de su ontog<strong>en</strong>ia desde los primeros días de la Conquista<br />

hasta los últimos días coloniales, a principios d<strong>el</strong> siglo XIX.<br />

<strong>La</strong> pres<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> hombre blanco de orig<strong>en</strong> hispano, planteó escuetam<strong>en</strong>te, después de las<br />

fatigas de la guerra y de la lucha contra <strong>el</strong> medio geográfico, <strong>el</strong> problema sexual, agravado por <strong>el</strong><br />

hecho de que la corona española, prohibió <strong>el</strong> traslado de mujeres a las nuevas tierras, fom<strong>en</strong>tando<br />

<strong>en</strong> esta forma indirecta <strong>el</strong> mestizaje. Eran los propios indios <strong>en</strong> su categoría de caciques o los<br />

jerarcas que ofrecían sus hijas nobles y b<strong>el</strong>las a la codicia sexual de los conquistadores; o era<br />

también la propia iniciativa masculina que buscaba <strong>el</strong> regazo de las indíg<strong>en</strong>as trémulas y curiosas,<br />

que se sacrificaban alegrem<strong>en</strong>te ante los semidioses barbudos, fuertes y victoriosos. El éxito<br />

guerrero que fué siempre objeto de la atracción fem<strong>en</strong>ina de todas las razas, se unía <strong>en</strong> las<br />

indíg<strong>en</strong>as a la aterida admiración ante esos nuevos hombres de ojos azules y manos viriles. <strong>La</strong><br />

mujer india estaba marcada aqu<strong>el</strong>los días por <strong>el</strong> signo primitivo de ser nada más que <strong>el</strong> solaz d<strong>el</strong><br />

guerrero. Esta siembra humana sin otra finalidad que <strong>el</strong> placer, aj<strong>en</strong>a a la estructura de la familia,<br />

era la realización de la poligamia unida a la naturaleza d<strong>el</strong> hombre. En aqu<strong>el</strong>los primeros días de la<br />

Conquista, tuvo ejecutoria esa fórmula paradisíaca de que cada hombre puede <strong>en</strong>g<strong>en</strong>drar<br />

diariam<strong>en</strong>te un hijo, mi<strong>en</strong>tras la mujer sólo puede ser madre una vez al año, y que tampoco fué<br />

extraña a través de la Colonia, ya que <strong>en</strong> 1666 un bigardo fué s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciado por la Santa Inquisición<br />

5

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!