15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

utal, limítrofe con la esclavitud, fue un hecho incuestionable, tan pat<strong>en</strong>te, que todavía a ci<strong>en</strong>to<br />

treinta años de la Colonia, <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a república democrática y liberal, no ha podido limpiarse la<br />

atmósfera <strong>en</strong> que vive <strong>el</strong> indio. <strong>La</strong> tradición de servidumbre d<strong>el</strong> indio y la posición dominadora de<br />

los criollos y españoles no ha desaparecido, a pesar de los esfuerzos de bu<strong>en</strong>a voluntad<br />

cont<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> la legislación boliviana moderna, y de los <strong>en</strong>sayos pedagógicos y de servicio social.<br />

¿Cómo, pues, <strong>en</strong>tonces p<strong>en</strong>sar que porque las leyes de Indias fueron perfectas y las Ord<strong>en</strong>anzas<br />

que se dictaron fueron prud<strong>en</strong>tes y sabias, también fue humana y perfecta la conducta de los<br />

españoles con r<strong>el</strong>ación al indio?<br />

Lo que faltó a la legislación hispana de Indias fue que <strong>el</strong>las hubies<strong>en</strong> estado <strong>en</strong>carnadas <strong>en</strong><br />

la voluntad de mando. Si esas leyes fueron g<strong>en</strong>iales <strong>en</strong> su creación idealista, faltó <strong>en</strong> América <strong>el</strong><br />

estadista de carácter que esculpiera <strong>en</strong> <strong>el</strong> mármol de la realidad esos sueños razonadores. Si se<br />

añade a esto la balumba de intereses, la pasión de <strong>en</strong>riquecimi<strong>en</strong>to fácil y <strong>el</strong> orgullo español fr<strong>en</strong>te<br />

al gregarismo indíg<strong>en</strong>a y a su falta de personalidad, no es difícil de concebir que la Colonia fue una<br />

tragedia para <strong>el</strong> indio, como la época actual todavía es un drama.<br />

CAPITULO VII<br />

LA PSICOLOGIA COLONIAL<br />

El orgullo hispano.- <strong>La</strong> servidumbre d<strong>el</strong> regnícola.- El ocio colonial.- Inmoralidad <strong>en</strong> las costumbres<br />

públicas y privadas.- Se obedece, pero no se cumple.- Una sociedad <strong>en</strong> crisis.-<strong>La</strong>s luchas sociales.<br />

Separado <strong>el</strong> boliviano actual por <strong>el</strong> tiempo y la distancia de las g<strong>en</strong>tes que vivieron <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

territorio d<strong>el</strong> Alto Perú <strong>en</strong> los siglos XVI, XVII y XVIII, resulta una empresa al propio tiempo<br />

seductora y problemática, <strong>el</strong> reconstruir con <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos históricos dispersos un cuadro que recoja la<br />

psicología de esos siglos y <strong>el</strong> ambi<strong>en</strong>te social <strong>en</strong> una síntesis que t<strong>en</strong>ga <strong>el</strong> colorido y la<br />

composición de un fresco mural, con <strong>el</strong> sufici<strong>en</strong>te poder evocativo.<br />

El espíritu romántico, grávido de es<strong>en</strong>cias poéticas y literarias, que ha deformado a través<br />

de las tradiciones romancescas y salpicadas de chismografía humorística, constituy<strong>en</strong> la barrera<br />

más importante que es necesario salvar, para olvidarse de la amable t<strong>en</strong>tación y de ese aroma de<br />

ley<strong>en</strong>da, y situándose <strong>en</strong> <strong>el</strong> punto de vista objetivo, proyectar ese mundo <strong>en</strong> un desfile de visiones,<br />

agarradas por la realidad.<br />

Trazar hoy la psicología d<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que vivimos, fr<strong>en</strong>te al medio circundante <strong>en</strong> <strong>el</strong> que<br />

nos movemos, siempre conti<strong>en</strong>e por lo m<strong>en</strong>os <strong>el</strong> mínimum de error de la ecuación personal, de tal<br />

modo que remontarse <strong>en</strong> <strong>el</strong> tiempo que todavía arde <strong>en</strong> c<strong>en</strong>izas, d<strong>en</strong>tro de nuestra propia<br />

individualidad y d<strong>en</strong>tro de nuestra propia vida social, es la labor que necesita afrontarse con <strong>el</strong> ojo<br />

desnudo de prejuicios.<br />

En primer término, fr<strong>en</strong>te a la sociedad altoperuana de los siglos XVII y XVIII, <strong>el</strong> observador<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ante un grupo humano sin ideal. Se trata de un pueblo sin la apet<strong>en</strong>cia de deseos<br />

políticos y económicos, puestos <strong>en</strong> <strong>el</strong> infinito, fuese como un sueño o como una utopía. Estos<br />

sueños aparecerán <strong>en</strong> <strong>el</strong> invierno d<strong>el</strong> siglo XVIII y pronunciándose <strong>en</strong> la primavera d<strong>el</strong> XIX. Acaso<br />

<strong>el</strong> único ideal era Dios, que cual <strong>el</strong> maná bíblico tomaba todos los sabores, según qui<strong>en</strong> lo gustaba.<br />

España, era <strong>el</strong> imperio más grande de la tierra, d<strong>el</strong> cual <strong>el</strong> Alto Perú era una de sus colonias más<br />

lejanas, sólo importante por las minas d<strong>el</strong> Cerro Rico de Potosí. Su t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia era, pues, asimilista,<br />

destructora de todo p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, emoción o acto difer<strong>en</strong>cial vinculado a la metrópoli. El Alto Perú<br />

era una provincia espiritual de ese sistema teocrático, político y militar de España, que llevaba a<br />

sus colonias como los marsupiales <strong>en</strong> su bolsa maternal, era una prolongación étnica y una<br />

multiplicación que compr<strong>en</strong>día todo <strong>el</strong> mundo que <strong>en</strong>volvía su atmósfera. El imperio hispano,<br />

inspirado <strong>en</strong> la causa de Dios, vivió nutrido de la médula de un nacionalismo r<strong>el</strong>igioso, que era <strong>el</strong><br />

s<strong>en</strong>tido ecuménico de su catolicidad. Es <strong>en</strong> nombre de esta idea inspiradora que cubría con su<br />

bandera los intereses económicos d<strong>el</strong> estado. España se atribuía una función civilizadora y<br />

misional <strong>en</strong> <strong>el</strong> nuevo mundo. De lo que se trataba era de trasmutar los valores humanos de las<br />

tierras de América <strong>en</strong> valores españoles, que vivieran una m<strong>en</strong>talidad cristiana, tocada por <strong>el</strong><br />

37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!