15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

estudiar la evolución de la indum<strong>en</strong>taria alto-peruana, <strong>el</strong> f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la arbitrariedad de las modas<br />

transportadas de España, que llegan a producir <strong>el</strong> hecho colectivo de crear nuevas formas, que<br />

están por <strong>en</strong>cima de lo individual para pres<strong>en</strong>tarse como expresiones nacidas de la masa misma<br />

d<strong>el</strong> pueblo. También ofrec<strong>en</strong> ecuaciones inéditas los valores estéticos de la moda de calcomanía<br />

que han servido para aislar los grupos sociales d<strong>el</strong> Alto Perú, no sólo <strong>en</strong> clases sociales, sino <strong>en</strong><br />

grupos <strong>en</strong>cerrados <strong>en</strong> círculos <strong>el</strong> hermetismo étnico. No carece de interés <strong>el</strong> examinar que los<br />

valores de la moda y d<strong>el</strong> traje, al emigrar de España a las tierras de América, se debilitaron o se<br />

ac<strong>en</strong>tuaron <strong>en</strong> distintos segm<strong>en</strong>tos d<strong>el</strong> tipo colonial por medio de la irradiación le Lima y Bu<strong>en</strong>os<br />

Aires, que hacían llegar las modas españolas deformadas, suprimidas y asimiladas con r<strong>el</strong>ación a<br />

las vig<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la metrópoli.<br />

El factor tiempo <strong>en</strong> <strong>el</strong> traje d<strong>el</strong> Alto Perú también pres<strong>en</strong>ta motivos de análisis muy<br />

interesantes. El tiempo <strong>en</strong> <strong>el</strong> traje de las g<strong>en</strong>tes que vivían <strong>en</strong> las ciudades de la Audi<strong>en</strong>cia de<br />

Charcas, constituye un factor negativo, que opera como retardador y conservador de las modas,<br />

dándoles un aire de eternidad, pegando los trajes a la tierra con un s<strong>en</strong>tido tradicional, y de otra<br />

parte se ofrece como un obstáculo para sorpr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> ritmo de transformación de la moda.<br />

<strong>La</strong> anti-moda nos plantea también otras interrogaciones que debemos examinar, de tal<br />

manera que <strong>el</strong> estudio de las superviv<strong>en</strong>cias y residuos d<strong>el</strong> traje, nos dará también otras fórmulas<br />

de la estructura de la indum<strong>en</strong>taria que al pegarse al tiempo pierd<strong>en</strong> su categoría de tales,<br />

convirtiéndose <strong>en</strong> estilo perman<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> existir d<strong>el</strong> vestido, y, la captación que legan a hacer de <strong>el</strong>la<br />

las clases populares, inmediatam<strong>en</strong>te que los mod<strong>el</strong>os son abandonados por la clase que acepta<br />

<strong>el</strong> traje nuevo, inaugurando la moda. Así <strong>el</strong> vestido histórico d<strong>el</strong> <strong>Coloniaje</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> aspecto popular<br />

ofrece <strong>el</strong> aire de las cosas perdurables. Como consecu<strong>en</strong>cia de esta anti-moda se nos plantea <strong>el</strong><br />

problema d<strong>el</strong> traje popular, demostrándonos que los trajes tradicionales d<strong>el</strong> mestizo y d<strong>el</strong> indio, a<br />

pesar de que son de orig<strong>en</strong> ultramarino, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un insobornable fondo de autoctonía. Ni <strong>el</strong> indio ni<br />

<strong>el</strong> cholo consideran vestidos exóticos los suyos, sino trajes propios, los que han sido despojados<br />

de todo aire de disfraz o de caricatura.<br />

Esta introducción servirá al lector para ori<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> la trayectoria que va a seguir la línea<br />

de nuestras investigaciones, dirigida no a esbozar la historia d<strong>el</strong> traje, sino a estudiar su morfología<br />

y a buscar su explicación social y <strong>el</strong> motivo por <strong>el</strong> cual subsist<strong>en</strong> <strong>en</strong> la actualidad como formas<br />

residuales de la evolución y adaptación operada durante <strong>el</strong> <strong>Coloniaje</strong> hacia los siglos XVII y XVlll.<br />

Como motivo de interés r<strong>el</strong>ativo al traje, debemos anotar un hecho importante. Desde <strong>el</strong><br />

descubrimi<strong>en</strong>to de la Tierra Firme hasta la fundación de las ciudades (1.496 -1.550) que son las<br />

fechas que conti<strong>en</strong><strong>en</strong> una parc<strong>el</strong>a de tiempo parecida a medio siglo. Durante este medio siglo<br />

fueron guerras, exploraciones, diríase que los conquistadores llevaban su campam<strong>en</strong>to <strong>en</strong> sus<br />

propias armaduras, de tal modo que los hombres ap<strong>en</strong>as t<strong>en</strong>ían para asistir a sus más íntimas y<br />

premiosas necesidades. Sus trajes <strong>en</strong>vejecidos, destrozados o dejados <strong>en</strong> girones <strong>en</strong> <strong>el</strong> bosque o<br />

<strong>en</strong> las piedras afiladas, eran sustituídos con las t<strong>el</strong>as indíg<strong>en</strong>as, de las cuales siempre hacían los<br />

naturales muchos regalos. Al respecto nada más interesante que las descripciones hechas por <strong>el</strong><br />

cronista Gutiérrez de Santa Clara.<br />

<strong>La</strong> anarquía para vestir que era <strong>el</strong> distintivo d<strong>el</strong> ejército español, facilitaba las posibilidades<br />

de indum<strong>en</strong>taria a los conquistadores, que a veces llegaban a conservar <strong>en</strong> sus andanzas sólo <strong>el</strong><br />

casco. Los conquistadores que caminaron por nuestras montañas y que desgarraron la virginidad<br />

de nuestros bosques, no eran aqu<strong>el</strong>los que pintan <strong>en</strong> los cromos, caballeros de punta <strong>en</strong> blanco,<br />

con greguescos y plumas, eran hombres que vestían como podían y que comían también lo que<br />

pescaban, y si no había carne de animal comían carne humana. A aqu<strong>el</strong>los hombres <strong>en</strong>c<strong>en</strong>didos<br />

de la pasión de dominio <strong>en</strong> la lucha por la conquista d<strong>el</strong> oro y de la plata, bi<strong>en</strong> poco les importaba<br />

vestirse, ni cortarse <strong>el</strong> cab<strong>el</strong>lo ni las uñas; <strong>el</strong>los eran semidioses que v<strong>en</strong>cían a la naturaleza y a los<br />

hombres, situados más allá de los uniformes y de las modas. En estos primeros cincu<strong>en</strong>ta años, si<br />

alguna moda de trajes hubo de consumirse, sería la indum<strong>en</strong>taria militar, chafada, sucia, arrugada,<br />

rem<strong>en</strong>dada y sometida a toda clase de injurias d<strong>el</strong> clima y d<strong>el</strong> tiempo. En este período las mujeres<br />

españolas que vivían <strong>en</strong> los "reales" eran pocas, si no estuvieron completam<strong>en</strong>te aus<strong>en</strong>tes, así es<br />

54

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!