15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¡Es la palabra de Dios la que resu<strong>el</strong>ve toda duda, y si Dios quiere ante su voluntad inap<strong>el</strong>able era<br />

necesario inclinarse! Es este criterio ortodoxo <strong>el</strong> que creaba <strong>el</strong> d<strong>el</strong>ito d<strong>el</strong> desvío m<strong>en</strong>tal, perseguido<br />

por la Inquisición, organismo que fue fruto legítimo d<strong>el</strong> espíritu católico y d<strong>el</strong> dogmatismo filosófico<br />

y político que llevó estos principios hasta <strong>el</strong> más secante extremismo con finalidades de<br />

propaganda de tipo estatista. Lo que imponía la r<strong>el</strong>igión teológica <strong>en</strong> las cátedras y <strong>en</strong> los púlpitos<br />

y cuya miniatura era <strong>el</strong> catecismo, debía ser obedecido y profesado, porque era la expresión<br />

absoluta de la verdad. A este factor d<strong>el</strong> dogma es necesario complem<strong>en</strong>tarlo con todo <strong>el</strong> fanatismo<br />

y la intolerancia, como fuerza social de lucha. <strong>La</strong> tolerancia practicada por los erasmitas, se decía,<br />

es bu<strong>en</strong>a cuando no se cree <strong>en</strong> nada, pero cuando se abraza con amor una r<strong>el</strong>igión es necesario<br />

def<strong>en</strong>derla con intransig<strong>en</strong>cia y fanatismo. Fanáticos e intolerantes fueron qui<strong>en</strong>es ejercieron la<br />

Inquisición.<br />

<strong>La</strong> sociedad española, madre de la que vivió <strong>en</strong> los países de América, sin profetas y sin<br />

caudillos espirituales, que quisieron conquistar prosélitos por la persuasión, prefirieron imponerse<br />

por la viol<strong>en</strong>cia, <strong>el</strong> terror, la persecución y la muerte. Aunque los def<strong>en</strong>sores de la Inquisición nos<br />

demuestr<strong>en</strong>, que fue un instrum<strong>en</strong>to basado <strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>tos jurídicos y que obedecía a <strong>el</strong>evados<br />

ideales de la moral cristiana, aún considerando como consideramos un hecho social de carácter<br />

colectivo, al ser <strong>el</strong> fanatismo y a la intolerancia fuerzas de persecución, contribuyó a la formación<br />

de la m<strong>en</strong>talidad colonial, <strong>en</strong> cuyo choque sufrimos un traumatismo psicológico. Por esto no<br />

cond<strong>en</strong>amos a la Inquisición <strong>en</strong> sí misma, sino por sus efectos y por <strong>el</strong> legado recibido como<br />

her<strong>en</strong>cia trágica de la Colonia.<br />

<strong>La</strong> Inquisición que funcionó <strong>en</strong> la ciudad de Lima, la capital d<strong>el</strong> Virreynato con todos los<br />

honores que <strong>en</strong> <strong>el</strong> mismo Madrid de F<strong>el</strong>ipe II, <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto Perú tuvo su sede <strong>en</strong> Chuquisaca como<br />

tribunal ordinario de juzgami<strong>en</strong>to. Funcionó desde mediados d<strong>el</strong> siglo XVI hasta fines d<strong>el</strong> siglo<br />

XVIII. <strong>La</strong>s causas más comunes que juzgó fueron casos de inmoralidad de los curas, blasfemia,<br />

adulterio, por mascar coca, hechicería, etc. <strong>La</strong> Inquisición de Chuquisaca fue una gran persecutora<br />

de los clérigos y de los curas de los conv<strong>en</strong>tos. Extraño destino éste de la Inquisición que nacida<br />

<strong>en</strong> manos de clérigos, devoró como Saturno a sus propios hijos. Esta persecución nos prueba<br />

también <strong>el</strong> grado de disolución y de concupisc<strong>en</strong>cia y de inmoralidad d<strong>el</strong> clero <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto Perú.<br />

<strong>La</strong> conci<strong>en</strong>cia social de la Colonia <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto Perú estuvo dominada por <strong>el</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />

r<strong>el</strong>igioso. Al desc<strong>en</strong>der la r<strong>el</strong>igión teológica de las élites letradas tan minúsculas, hacia las zonas<br />

destituidas de cultura, como eran muchas de los propios españoles y criollos, a los que había que<br />

añadir los mestizos e indios, se convierte la r<strong>el</strong>igión, <strong>en</strong> r<strong>el</strong>igión-s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, estimulada por lo<br />

emotivo, por la simple cre<strong>en</strong>cia y por <strong>el</strong> fanatismo. Se cree <strong>en</strong> la forma que, se dice <strong>en</strong> la época,<br />

con la cre<strong>en</strong>cia piadosa que es mitad misticismo y mitad ignorancia de los propios problemas<br />

r<strong>el</strong>igiosos, que algunas veces ejerc<strong>en</strong> los propios curas. En <strong>el</strong> capítulo de las costumbres nos<br />

vamos a ocupar de la forma exterior de estas cre<strong>en</strong>cias, a base de misas, procesiones, rosarios,<br />

rogativas y otras manifestaciones d<strong>el</strong> culto superficial. Esta emoción r<strong>el</strong>igiosa, era consagrada por<br />

las autoridades civiles y eclesiásticas, mediante la creación de patronatos de los santos de las<br />

ciudades, <strong>el</strong> culto a la eucaristía, a la Inmaculada Concepción, <strong>en</strong> tal forma que <strong>en</strong> <strong>el</strong> Alto Perú se<br />

hizo célebre la Virg<strong>en</strong> de Copacabana con su santuario y la Virg<strong>en</strong> d<strong>el</strong> Carm<strong>en</strong> como patrona de<br />

las armas de la revolución libertadora d<strong>el</strong> 16 de Julio de 1.809. Seguimos <strong>en</strong> todo mom<strong>en</strong>to sin<br />

apartamos ni una línea d<strong>el</strong> cono de influ<strong>en</strong>cia política que se proyecta desde los organismos d<strong>el</strong><br />

estado, para utilizar la r<strong>el</strong>igión como instrum<strong>en</strong>to. Se trata de un procedimi<strong>en</strong>to de captación de<br />

masas a través d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to r<strong>el</strong>igioso.<br />

Pero de este fanatismo popular fom<strong>en</strong>tado por la emoción, a la milagrería y a lo<br />

supersticioso no había más que un paso. Así los santos a qui<strong>en</strong>es se rinde culto deb<strong>en</strong> hacer<br />

milagros para congraciarse con los fi<strong>el</strong>es. Los santos son los aliados de los hechiceros y cuando<br />

estos últimos fallan, no hay más remedio que recurrir al santo de moda o al más "eficaz".<br />

Tragicómica milagrería ésta <strong>en</strong> la que <strong>el</strong> hombre resulta juguete de sus propias pasiones, actuando<br />

<strong>en</strong> una anestesia total de la razón y d<strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido común. Los hechiceros ti<strong>en</strong><strong>en</strong> a su alcance <strong>el</strong> curar<br />

a una persona, anudar a un matrimonio, descubrir <strong>el</strong> paradero de una mula perdida, adivinar <strong>el</strong><br />

porv<strong>en</strong>ir, pero los santos también pued<strong>en</strong> hacerlo mediante ofr<strong>en</strong>das de joyas, de misas y por<br />

68

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!