15.05.2013 Views

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

La Vida Social en el Coloniaje - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que las Audi<strong>en</strong>cias no asistan a funciones de iglesia o conv<strong>en</strong>to más que <strong>en</strong> corporación, pues de<br />

otra manera pierd<strong>en</strong> autoridad <strong>en</strong> sus personas", etc.<br />

<strong>La</strong>s Constituciones de la Universidad Pontificia de San Xavier conti<strong>en</strong><strong>en</strong> una minuciosa<br />

catalogación de las ceremonias y etiquetas a que están sometidos todos los actos de recepción de<br />

títulos, etc., <strong>en</strong> la forma que hemos indicado <strong>en</strong> <strong>el</strong> capítulo correspondi<strong>en</strong>te.<br />

Entierros.- Producido <strong>el</strong> v<strong>el</strong>orio <strong>en</strong> la casa d<strong>el</strong> difunto, a la que se ornam<strong>en</strong>taba con lutos y<br />

flores, <strong>el</strong> "<strong>en</strong>tierro" era una ceremonia r<strong>el</strong>igiosa más que profana. <strong>La</strong> importancia de la familia se<br />

apreciaba por la cantidad de curas que concurrían al acto. El ataúd se llevaba a pulso, con<br />

descansos <strong>en</strong> cada esquina, donde un cura cantaba las "pozas", sigui<strong>en</strong>do <strong>en</strong> esta forma hasta <strong>el</strong><br />

atrio d<strong>el</strong> templo o <strong>el</strong> templo mismo, donde se inhumaba al muerto.<br />

Ejecuciones.- "<strong>La</strong>s víctimas eran conducidas a las once d<strong>el</strong> día, al tañido de una campana<br />

lúgubre y al son de un tambor m<strong>el</strong>ancólico como la muerte, vestidos de mortaja blanca de bayeta<br />

de la tierra, que les cubría desde los pies a la cabeza; llegados a la plaza, unos eran amarrados <strong>en</strong><br />

cruz contra las tablas y alfajines colocados horizontalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las arquerías d<strong>el</strong> Cabildo y Loreto,<br />

fusilados después por la espalda, otros eran susp<strong>en</strong>didos <strong>en</strong> las horcas que permanecían<br />

constantem<strong>en</strong>te puestas <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes sitios de la plaza; a los pies de las víctimas que p<strong>en</strong>dían se<br />

les amarraba otras víctimas; a las ya ejecutadas se les cortaba las manos y las cabezas, a las que<br />

se les colocaba <strong>en</strong> lugares públicos, pu<strong>en</strong>tes, garitas; otros morían descuartizados a garrote; los<br />

m<strong>en</strong>os culpables eran azotados sin mirami<strong>en</strong>to a la edad ni sexo". -Diccionario Biográfico de <strong>La</strong><br />

Paz, por Nicanor Aranzaes.<br />

Gallos.- <strong>La</strong>s p<strong>el</strong>eas de gallos fueron un juego que apasionaba a las g<strong>en</strong>tes de toda<br />

condición. Existían leyes limitativas para las referidas p<strong>el</strong>eas, pero siempre éstas eran violadas.<br />

<strong>La</strong>s p<strong>el</strong>eas de gallos eran un arte de especialistas estimado por los aficionados. Era tal <strong>el</strong><br />

<strong>en</strong>tusiasmo por este deporte, que existían al servicio de los aficionados amplios tratados de<br />

"gallística" de orig<strong>en</strong> español.<br />

Juegos de Pr<strong>en</strong>das.- El aburrimi<strong>en</strong>to de las tertulias juv<strong>en</strong>iles era aliviado por <strong>el</strong> juego de<br />

pr<strong>en</strong>das, consist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> que cada uno de los circunstantes dejaba una pr<strong>en</strong>da, la que se colocaba<br />

<strong>en</strong> un sombrero juntam<strong>en</strong>te con las otras. <strong>La</strong> extracción de la pr<strong>en</strong>da se hacía por una jov<strong>en</strong>,<br />

correspondi<strong>en</strong>do actuar a la persona dueña de <strong>el</strong>la. Esta persona era obligada a cantar, descifrar<br />

acertijos, recitar versos, luci<strong>en</strong>do sus habilidades int<strong>el</strong>ectuales o artísticas. Este juego perduró<br />

hasta <strong>el</strong> siglo XIX.<br />

Juego de P<strong>el</strong>ota.- El uso de la p<strong>el</strong>ota vasca era diversión socorrida <strong>en</strong> todas las ciudades<br />

d<strong>el</strong> Alto Perú. También era juego de <strong>en</strong>vite <strong>en</strong> <strong>el</strong> que se cruzaban apuestas.<br />

Juegos Infantiles.- El repertorio de los juegos infantiles era sugestivo. En <strong>el</strong> capítulo r<strong>el</strong>ativo<br />

a la l<strong>en</strong>gua transcribimos algunos recitados que formaban parte de los juegos infantiles. Aparte de<br />

estos de carácter lírico, habían otro que correspond<strong>en</strong> al folklore colonial de los niños, como por<br />

ejemplo: "<strong>La</strong> llama pasa", "San Migu<strong>el</strong>", "Cesta ballesta", la viborita, la gallinita ciega, <strong>el</strong> escondite,<br />

la chaya, la cebollita y otros cuya circunstanciada <strong>en</strong>umeración nos alejaría de los límites d<strong>el</strong><br />

pres<strong>en</strong>te trabajo.<br />

Juegos Populares.- En materia de estos juegos, todos fueron importados de España y<br />

adaptados sin modificación. <strong>La</strong> cucaña, la olla de mi<strong>el</strong>, la carrera de <strong>en</strong>costalados y <strong>el</strong> juego d<strong>el</strong><br />

ancla. Este último juego consistía <strong>en</strong> un tablero con seis cuadrados correspondi<strong>en</strong>tes a otros tantos<br />

lados d<strong>el</strong> dado, ornam<strong>en</strong>tados con figuras, <strong>el</strong> sol, <strong>el</strong> borracho, la cholita, la luna, etc. <strong>La</strong>s apuestas<br />

se hacían a las figuras, pagando <strong>el</strong> anclero a las figuras coincid<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>el</strong> número de dados que<br />

salían. Este juego era tolerado públicam<strong>en</strong>te.<br />

Lutos.- <strong>La</strong> costumbre de los trajes negros estuvo muy difundida <strong>en</strong> la Colonia. El negro fue<br />

<strong>el</strong> matiz más usado para los vestidos, a tal punto que hoy mismo aldeas íntegras vist<strong>en</strong> <strong>en</strong> forma<br />

79

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!