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Edad. Los tumores óseos tienen, con frecuencia, un<br />
pico de incidencia con la edad: para el<br />
osteosarcoma, son las 2da. y 3ra. décadas, las metástasis<br />
predominan en el adulto y el mieloma ocurre<br />
por lo general, por encima de los 40 años, mientras<br />
que las metástasis óseas de un neuroblastoma<br />
se presentan en los niños menores de 2 años. El<br />
tumor de células gigantes se presenta casi exclusivamente<br />
cuando ha terminado el crecimiento, mientras<br />
que el sarcoma de Ewing predomina en las 2<br />
primeras décadas de la vida.<br />
Sexo. Los tumores óseos tienen predominio en el sexo<br />
masculino.<br />
Origen étnico. Hay tumores como el sarcoma de<br />
Ewing que son raros en los pacientes procedentes<br />
<strong>del</strong> trópico y por el contrario son frecuentes en la<br />
raza caucásica.<br />
Historia familiar. Se ha visto la frecuente transformación<br />
maligna de una tumoración ósea en el curso<br />
de una enfermedad de Ollier o de una<br />
osteocondromatosis múltiple.<br />
Otro tumor primitivo. La presencia de un tumor<br />
primitivo en otra localización, sobre todo en la<br />
mama, pulmón o próstata orienta hacia la naturaleza<br />
metastásica de la lesión.<br />
Multiplicidad de las lesiones. Es importante desde<br />
el inicio, el establecer si se trata de una lesión<br />
solitaria o múltiple. Las lesiones múltiples son frecuentes<br />
en el mieloma, en las metástasis y en el<br />
granuloma eosinófilo.<br />
Localización. Los diferentes tipos de tumores óseos<br />
se distribuyen de manera desigual en el esqueleto.<br />
La mayoría se localizan en los huesos de las extremidades,<br />
sobre todo en la rodilla, fémur y tibia. Por<br />
otra parte, los tumores óseos malignos son<br />
infrecuentes en las manos y pies y con excepción<br />
<strong>del</strong> mieloma, cordoma y osteoblastoma benigno, son<br />
muy raros en la columna.<br />
Patrón oseo predonante. Una vez analizados los factores<br />
anteriores se debe tratar de identificar el patrón óseo<br />
predominante. Se han descrito diferentes patrones, los principales<br />
son, los de destrucción ósea y los de neoformación<br />
ósea, asociados o no a reacción <strong>del</strong> periostio. El análisis de<br />
estos patrones ayuda al diagnóstico diferencial: en el patrón<br />
de destrucción ósea, la presencia de una interfase de bordes<br />
bien definidos entre el tumor y el hueso vecino habla a<br />
favor de una lesión de evolución lenta, aunque no siempre<br />
un aspecto agresivo es señal de malignidad, pero en general<br />
los tumores malignos tienen un crecimiento más rápido.<br />
Se han descrito en la TAC, patrones que acompañan a las<br />
áreas geográficas de destrucción ósea, muchas veces rodeadas<br />
de un borde esclerótico (Tipo I A), la mayoría benignos.<br />
En el Tipo I B, la lesión aparece bien definida, pero sin bordes<br />
escleróticos (casi siempre benignas) y en el tipo I C<br />
el borde es mal definido, con destrucción frecuente de la<br />
cortical, lo que habla a favor de malignidad. Otras veces<br />
hay un patrón que recuerda a las imágenes producidas por<br />
la mordida de un ratón (Tipo II) o de permeación (Tipo III),<br />
señal de una lesión más agresiva, con muy poca o ninguna<br />
reacción <strong>del</strong> hueso vecino, como sucede en algunas metástasis<br />
y en el sarcoma de Ewing. En alguno de estos casos la<br />
ecografía puede ayudar a identificar los patrones diagnósticos.<br />
Otro patrón a analizar es la posible reacción perióstica,<br />
que puede ser continua, con o sin destrucción de la cortical,<br />
interrumpida o combinada, y que tiene poca especificidad,<br />
a veces visibles en la ecografía.<br />
Por último, debemos tratar de especificar la matriz<br />
tumoral, o sustancia intercelular, que puede calcificarse u<br />
osificarse y que hay que diferenciarla de algunas fracturas<br />
con callo, de las reacciones escleróticas vecinas al<br />
tumor y de las calcificaciones distróficas. La presencia<br />
de una matriz tumoral muy ecogénica es señal de un proceso<br />
de origen osteoide o condroide, aunque no permite<br />
un diagnóstico diferencial entre benignidad y malignidad.<br />
Nota: Estos patrones imagenológicos de los tumores<br />
óseos son mejor identificados con la TAC y con la IRM.<br />
PATOLOGÍA<br />
De acuerdo con la clasificación de la OMS pasaremos<br />
a analizar los principales tumores óseos primarios<br />
susceptibles de ser estudiados con la ecografía.<br />
TUMORES PRODUCTORES DE CARTÍLAGO<br />
BENIGNOS<br />
Osteocondroma<br />
Concepto<br />
Es una lesión ósea frecuente, caracterizada por una<br />
excrescencia ósea recubierta de cartílago que se desarrolla<br />
en la superficie externa de un hueso. Su mayor desarrollo<br />
ocurre en los niños, viéndose como su crecimiento<br />
se interrumpe con la maduración esquelética. Las lesiones<br />
solitarias son metafisarias y excéntricas, mientras<br />
que las lesiones múltiples pueden afectar toda la diáfisis.<br />
Se ha descrito, con relativa frecuencia, la transformación<br />
maligna en los casos de lesiones múltiples.<br />
OMS.<br />
Sinonimia<br />
Exostosis osteocartilaginosa, osteoma encondral y<br />
encondroma.<br />
Ecografía en los tumores óseos y de las partes blandas 167