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Ecografia del Aparato Locomotor.pdf

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Las ventajas de la TAC, de la IRM y de la ecografía<br />

en relación con la radiología simple en la evaluación de<br />

estas lesiones se debe, sobre todo, a su superior resolución<br />

de contraste y posibilidad de su estadiamiento.<br />

La ecografía es una de las técnicas ideales en la detección<br />

de los tumores de las PB, habiéndose demostrado su<br />

utilidad también en los tumores óseos, que se extienden por<br />

las PB vecinas. La ecografía permite determinar el tamaño<br />

y la consistencia de las lesiones de las PB, principalmente<br />

para diferenciar entre lesión quística y sólida. También es de<br />

utilidad para diferenciar una masa localizada, de un edema<br />

difuso, así como para precisar la localización intraarticular o<br />

extraarticular de una tumoración. Si bien no permite diferenciar<br />

una lesión benigna de una maligna puede servir de guía<br />

para una punción aspirativa con aguja fina o biopsia.<br />

En los casos en que se sospecha una masa de las PB,<br />

la mayoría de los autores prefieren utilizar la ecografía<br />

como método inicial de estudio, lo que puede ser seguido<br />

de un estudio con IRM y posteriormente una biopsia. La<br />

introducción <strong>del</strong> Doppler color (DC) permite evaluar el<br />

grado de vascularización de las masas tumorales, así como<br />

identificar algunas lesiones inflamatorias. También se ha<br />

utilizado, para monitorear los efectos de la quimioterapia<br />

en los pacientes con tumores malignos, basándose en los<br />

cambios de la vascularización tumoral y de la perfusión.<br />

Si bien la ecografía es de gran valor en la evaluación<br />

de las masas <strong>del</strong> SOMA, se trata de una técnica poco específica.<br />

Los tumores sólidos benignos y malignos, los<br />

linfomas, los tumores de los nervios, etc., se presentan como<br />

lesiones hipoecoicas inespecíficas. Como signos de malignidad<br />

se describen: bordes irregulares, textura heterogénea<br />

y distorsión de la arquitectura debido a infiltración de los<br />

tejidos vecinos. Las tumoraciones benignas tienden a desplazar<br />

y no a invadir las estructuras cercanas, y por lo<br />

general presentan un contorno nítido y una ecotextura homogénea.<br />

No obstante, hay algunos sarcomas que pueden<br />

mostrar límites nítidos y tener una textura homogénea,<br />

sobre todo los de pequeño tamaño.<br />

A pesar de la información que ofrecen la ecografía y<br />

la IRM, en la mayoría de los casos, se hace necesario realizar<br />

una biopsia, preferentemente guiada por la ecografía.<br />

Las lesiones profundas requieren de transductores entre<br />

3,5 y 5 mhz.<br />

Como ya hemos señalado, el DC ofrece una información<br />

<strong>del</strong> flujo, lo que permite determinar el grado de<br />

vascularización, la dirección <strong>del</strong> mismo, así como realizar<br />

un estudio cuantitativo. Se ha utilizado para demostrar las<br />

características biológicas de los tumores malignos y para<br />

monitorear la inhibición de la neovascularización tumoral,<br />

con el uso de agentes citotóxicos, que actúan directamente<br />

sobre la red vascular. El DC permite visualizar el origen y<br />

el patrón de los vasos que suplen a las masas sólidas, así<br />

como demostrar el flujo sanguíneo intratumoral. La ausencia<br />

de este flujo puede deberse a la existencia de un<br />

flujo de muy baja velocidad, no posible de detectar con el<br />

Doppler, lo que ocurre con frecuencia en los tumores muy<br />

grandes con extensas áreas de necrosis.<br />

En los tumores malignos se han podido identificar en<br />

el Doppler 2 tipos de señales diferentes, que pueden coexistir<br />

en el mismo tumor y que predominan en su periferia,<br />

que es el área de propagación. Se pueden ver señales<br />

altas, con o sin aumento <strong>del</strong> flujo diastólico, expresión de<br />

una fístula arteriovenosa; otras veces se obtienen señales<br />

de baja impedancia, con ligera variación sisto-diastólica,<br />

posiblemente por la presencia de espacios sinusoidales de<br />

paredes finas.<br />

En los tumores malignos y en los tumores óseos, con<br />

extensión a las PB, es frecuente la presencia de señales<br />

Doppler de alta frecuencia; no sucede lo mismo en las lesiones<br />

benignas. No obstante, en los abscesos puede verse<br />

un anillo periférico de vascularización.<br />

La mayoría de los autores están de acuerdo conque los<br />

parámetros que se deben evaluar en el DC son: cambios<br />

en el flujo sanguíneo intratumoral y cambios en la suplencia<br />

sanguínea tumoral a través de las arterias nutrientes.<br />

El primer parámetro puede evaluarse cualitativamente<br />

y semicuantitativamente. Estos pacientes deben ser estudiados<br />

previos al tratamiento, así como valorando el grado de<br />

destrucción cortical, si este existe. Se deben identificar áreas<br />

de necrosis tumoral y de calcificación u osificación.<br />

La cantidad <strong>del</strong> flujo intratumoral, puede determinarse<br />

con el Doppler en una escala de 4 puntos:<br />

. No hay flujo en el área estudiada.<br />

. El flujo es mínimo y aparece pobremente diseminado<br />

en la masa.<br />

. El flujo es intermedio con presencia de un anillo<br />

vascularizado con o sin áreas diseminadas de flujo central.<br />

. El flujo es marcado y difuso dentro <strong>del</strong> tumor.<br />

La persistencia o aumento <strong>del</strong> flujo intratumoral posterior<br />

a un ciclo de quimioterapia, es sugestiva de una pobre<br />

respuesta histológica. Por el contrario, la desaparición<br />

completa <strong>del</strong> flujo habla a favor de una buena respuesta.<br />

El segundo parámetro, depende <strong>del</strong> sitio de localización<br />

de la lesión. Los tumores óseos y de las PB frecuentes<br />

en la rodilla, deben evaluarse con un estudio de Doppler<br />

de la arteria femoral distal; los localizados en la tibia y<br />

peroné se estudian con el Doppler de la arteria poplítea.<br />

La técnica es la habitual <strong>del</strong> Doppler, debiendo vigilarse el<br />

ángulo <strong>del</strong> haz y su realización en reposo. El componente<br />

diastólico de la curva es el que más se afecta por la presencia<br />

de una actividad metabólica tumoral, lo que se re-<br />

Ecografía en los tumores óseos y de las partes blandas 179

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