You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Ahora era yo quien no estaba dispuesto a hablar de mensajeros, quería
llegar pronto a Santo Domingo de La Calzada.
—Los Mensajeros de personas muertas pueden ocupar el cuerpo de
alguien dominado por el miedo, por eso, en el caso del perro, son muchos.
Llegaron invitados por el miedo de la mujer; no sólo el del gitano
asesinado, sino los diversos mensajeros que vagan por el espacio, buscando
una manera de entrar en contacto con las fuerzas de la tierra.
Hasta ahora estaba respondiendo a mi pregunta, pero había algo en su
modo de hablar que parecía artificial, como si no fuera éste el asunto del
que quisiera hablar conmigo. Mi instinto me puso sobre aviso de inmediato.
—¿Qué quieres, Petrus? —pregunté un poco molesto.
Mi guía no respondió, se salió del camino dirigiéndose hacia un árbol
viejo, casi sin hojas, a algunas decenas de metros campo adentro; era el
único árbol visible en todo el horizonte. Como no indicó que lo siguiera, me
quedé parado en el camino y presencié una escena extraña: Petrus daba
vueltas alrededor del árbol y decía algo en voz alta, mirando al suelo.
Cuando acabó, indicó que me acercara.
—Siéntate aquí —dijo. Había un tono diferente en su voz y yo no
distinguía si era cariño o tristeza—. Aquí te quedas. Mañana te veo en
Santo Domingo de La Calzada.
Antes de que pudiera decir algo, Petrus continuó:
—Cualquier día de éstos —y te garantizo que no será hoy—, tendrás
que enfrentar a tu enemigo más importante en el Camino de Santiago: el
perro. Cuando ese día llegue, quédate Tranquilo que estaré cerca y te daré la
fuerza necesaria para el combate. Pero hoy te vas a enfrentar a otro tipo de
enemigo, un enemigo imaginario que puede destruirte o ser tu mejor
compañero: la Muerte.
»El hombre es el único ser de la naturaleza que tiene conciencia de que
va a morir, por eso —y sólo por eso— tengo un profundo respeto por la
raza humana, y creo que en un futuro será mucho mejor que en el presente.
Aun sabiendo que sus días están contados y que todo acabará cuando menos
se lo espera, hace de la vida una lucha digna de un ser eterno. Lo que las