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1. El peregrino de Compostela

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volverse dolorosa, insoportable. Cuando no aguante más, grite y abra

los ojos.

Repita este ejercicio siete días seguidos, siempre a la misma hora.

—Hazlo ahora por primera vez —dijo.

Apoyé la cabeza entre las rodillas, respiré hondo y comencé a relajarme.

Mi cuerpo obedeció con docilidad tal vez porque habíamos andado mucho

durante el día y debía de estar exhausto. Comencé a escuchar el ruido de la

tierra, un ruido sordo, ronco, y poco a poco fui transformándome en

semilla.

No pensaba. Todo era oscuro y estaba adormecido en el fondo de la

tierra. De repente algo me movió. Era una parte de mí, una minúscula parte

de mí requería despertarme, decía que debía salir de allí porque había otra

cosa «allá arriba». Pensaba dormir y esta parte insistía. Comenzó por mover

mis dedos y mis dedos fueron moviendo mis brazos, pero no eran dedos ni

brazos, sino un pequeño brote que luchaba por vencer la fuerza de la tierra y

caminar con dirección a ese «algo de allá arriba». Sentí que el cuerpo

comenzó a seguir el movimiento de los brazos. Cada segundo parecía una

eternidad, pero la semilla tenía algo «allá encima» y necesitaba nacer,

necesitaba saber qué era. Con una inmensa dificultad la cabeza, luego el

cuerpo, comenzaron a levantarse. Todo era demasiado lento y necesitaba

luchar contra la fuerza que me empujaba hacia abajo, con dirección al fondo

de la tierra, donde antes estaba tranquilo y durmiendo mi sueño eterno. Pero

fui venciendo, venciendo, y finalmente rompí algo y ya estaba erguido. La

fuerza que me empujaba hacia abajo cesó de pronto. Había perforado la

tierra y estaba cercado por ese «algo de allá arriba».

Ese «algo de allá arriba» era el campo. Sentí el calor del sol, el zumbido

de los mosquitos, el canto de un río que corría a lo lejos. Me incorporé

despacio, con los ojos cerrados y todo el tiempo pensaba que perdería el

equilibrio y volvería a la tierra, pero mientras continuaba creciendo. Mis

brazos fueron abriéndose y mi cuerpo estirándose. Allí estaba yo,

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