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París, junto con otro compañero. Su última voluntad fue morir mirando las
torres de la catedral de Notre Dame.
No obstante, España, empeñada en la reconquista de la Península
Ibérica, tuvo a bien aceptar a los caballeros que huían de toda Europa, para
que ayudaran a sus reyes en el combate que mantenían contra los moros.
Estos caballeros fueron absorbidos por las órdenes españolas, entre las
cuales estaba la Orden de Santiago de la Espada, responsable de la guardia
del Camino.
Todo eso me pasó por la cabeza cuando, exactamente a las siete en
punto de la tarde, crucé la puerta principal del viejo castillo del Temple en
Ponferrada, donde tenía una cita con la Tradición.
No había nadie. Esperé durante media hora, fumando un cigarro tras
otro hasta que imaginé lo peor: el Ritual debió haber sido a las 7:00 AM, es
decir, por la mañana, pero, en el momento en que decidía irme, entraron dos
muchachas con la bandera de Holanda y la venera, símbolo del Camino de
Santiago, cosida en la ropa. Se acercaron a mí, intercambiamos algunas
palabras y concluimos que estábamos esperando lo mismo. El mensaje no
estaba equivocado, pensé aliviado.
Cada quince minutos llegaba alguien. Aparecieron un australiano, cinco
españoles y otro holandés. Salvo algunas preguntas sobre el horario —duda
compartida por todos— no conversamos casi nada. Nos sentamos juntos en
el mismo sitio del castillo: un atrio en ruinas que había servido de depósito
de alimentos en tiempos antiguos, y decidimos esperar a que algo ocurriese,
aun cuando fuera necesario esperar un día y una noche más.
La espera se prolongó y resolvimos conversar un poco sobre los
motivos que nos habían llevado hasta allí. Entonces me enteré de que el
Camino de Santiago es utilizado por varias órdenes, la mayoría ligada a la
Tradición.
Las personas que estaban allí habían pasado por muchas pruebas e
iniciaciones, pero eran pruebas que conocí mucho tiempo antes, en Brasil.
Sólo el australiano y yo estábamos en busca del grado máximo del Primer
Camino. Aun sin entrar en detalles, advertí que el proceso del australiano
era completamente distinto de las Prácticas de RAM.