08.11.2021 Views

1. El peregrino de Compostela

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Así es. Las cosas en esta vida duran muy poco.

Le dije que la noche anterior había sido muy duro al juzgar a las

personas de la fiesta. Petrus se sorprendió. Afirmó que lo que habíamos

conversado era ni más ni menos lo que nosotros mismos habíamos ya

experimentado en nuestras vidas. Todos corremos en busca de Eros, y

cuando Eros quiere transformarse en Filos, nos parece que el Amor es

inútil. Sin darnos cuenta de que Filos es quien nos conducirá hasta la mayor

forma de amor, Ágape.

—Háblame más de Ágape —le pedí.

Petrus respondió que Ágape no podía ser descrito con palabras, era

necesario vivirlo. Si tuviera la oportunidad, me mostraría esa misma tarde

uno de los rostros de Ágape, pero para ello era preciso que el universo se

comportase como en el ejercicio de la pesca: colaborando para que todo

transcurriese bien.

—El Mensajero ayuda, pero hay algo que está más allá de su dominio,

de sus deseos y de ti mismo.

—¿Qué es?

—La chispa divina. Lo que la gente llama Suerte.

Cuando el sol descendió un poco, reanudamos la caminata. La Ruta

Jacobea atravesaba algunas viñas y campos cultivados, completamente

desiertos a esa hora del día. Cruzamos la carretera principal —también

desierta— y volvimos al monte. A la distancia vislumbraba el pico de San

Lorenzo, el punto más alto del reino de Castilla. Muchas cosas habían

cambiado en mí desde que vi a Petrus por primera vez, cerca de Saint-Jean-

Pied-de-Port. Brasil, los asuntos pendientes, se habían borrado casi por

completo de mi mente. Lo único vivo era mi objetivo, discutido todas las

noches con Astrain, que cada vez aparecía más nítido ante mis ojos.

Siempre lo veía sentado junto a mí; me di cuenta de que tenía un tic

nervioso en el ojo derecho y de que solía sonreír con desdén cuando yo

repetía algunas cosas para asegurarme de que había entendido. Hace

algunas semanas —sobre todo en los primeros días—, llegué a temer que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!