08.11.2021 Views

1. El peregrino de Compostela

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

movimiento, obedecían mis órdenes, pero el instinto me decía que no debía

sacrificar más aquella mano.

Miré el agujero: no era lo suficientemente hondo para sostener la cruz

con todo su peso.

«La solución equivocada te indicará la correcta». Me acordé del

ejercicio de las sombras y de la frase de Petrus. Al mismo tiempo, él decía

insistentemente que las Prácticas de RAM sólo tenían sentido si las pudiese

aplicar a los desafíos cotidianos. Incluso ante una situación absurda como

ésa, las Prácticas de RAM debían servir para algo.

«La solución equivocada te indicará la correcta». El camino imposible

era arrastrar la cruz a otro lugar porque no tenía fuerzas para esto. El

camino imposible era continuar cavando, llegar más hondo en ese suelo.

Entonces si el camino equivocado era llegar más hondo, el camino

posible era levantar el suelo, pero ¿cómo?

Y de repente todo mi amor por Petrus volvió: estaba en lo correcto; yo

podía elevar el suelo.

Comencé a juntar todas las piedras que había por allí y a colocarlas en

torno al agujero, mezclándolas con la tierra sacada.

Con gran esfuerzo, levanté un poco el pie de la cruz y lo calcé con

piedras de manera que quedara más alto. En media hora el suelo estaba más

alto y el hoyo era suficientemente profundo.

Ahora sólo restaba colocar la cruz dentro del agujero. Era el último

esfuerzo y tenía que lograrlo. Una de las manos había perdido la

sensibilidad y la otra estaba adolorida. Mis brazos estaban vendados, pero

tenía la espalda sana, sólo con algunos arañazos. Si me acostara bajo la cruz

y fuera levantándome poco a poco podría hacer que se deslizara dentro del

hoyo.

Me acosté en el suelo, sintiendo el polvo en la boca y en los ojos. La

mano insensible hizo un último esfuerzo, levantó la cruz un poco y me

coloqué debajo de ella. Con todo cuidado me acomodé para que el tronco

quedara en mi columna. Sentía su peso; era grande, más no imposible.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!