You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
charco. No era cualquier imagen o forma y no estaba buscando eso. Mis
dedos comenzaron a mover el agua fría y empecé a sentir el mismo tipo de
hipnosis que la gente siente cuando se queda mirando el fuego. No pensaba
en nada, sólo jugaba. Jugando con un charco de agua. Hice algunos trazos
en las orillas y el agua pareció tomar la forma de un sol mojado, pero los
trazos enseguida se mezclaban y desaparecían. Con la palma de la mano,
golpeé el centro del charco; el agua se desparramó y llenó de gotas el
cemento, estrellas negras en un fondo gris ceniza. Estaba completamente
entregado a aquel ejercicio absurdo sin más finalidad que el placer de
realizarlo. Sentí que mi mente se había detenido casi por completo, lo cual
sólo conseguía tras largos periodos de meditación y relajación. Al mismo
tiempo, algo me decía que, en lo más profundo de mí, en las reconditeces de
mi mente, una fuerza tomaba cuerpo y se preparaba para manifestarse.
Pasé mucho tiempo jugando con el charco y fue difícil dejar de hacer el
ejercicio. Si Petrus me hubiera enseñado el ejercicio del agua al principio
del viaje, con toda seguridad me habría parecido una pérdida de tiempo;
pero ahora, después de haber hablado en otras lenguas y expulsado
demonios, aquella poca de agua establecía un contacto —aunque frágil—
con la Vía Láctea sobre mi cabeza. Reflejaba sus estrellas, creaba formas
que no podía entender, y me daba la sensación no de estar perdiendo el
tiempo, sino de estar creando un nuevo código de comunicación con el
mundo. El código secreto del alma, la lengua que conocemos y que tan
poco escuchamos.
Cuando caí en cuenta, ya era bastante tarde. Las luces de la recepción
estaban apagadas y entré sin hacer ruido. En mi cuarto, hice una vez más la
invocación de Astrain y apareció más nítido. Le hablé un rato sobre mi
espada y mis objetivos en la vida. Sin embargo, no respondía nada, pero
Petrus me había dicho que, conforme se sucedieran las invocaciones,
Astrain se tornaría una presencia viva y poderosa a mi lado.