26.10.2015 Views

Paulo Freire

7zSeMdUK6

7zSeMdUK6

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mundo” (FREIRE, 1982, p. 13) lo comparten. Toda palabra es palabra-mundo.<br />

Hay una cultura de sentidos, que Geertz (1989) llama “campo semántico común<br />

compartido”, “caja común” de significados accesibles universalmente, en la que<br />

circulan interpretaciones estandarizadas de las palabras; repertorio de conceptos<br />

inseminados por visiones, ideologías donadas a la óptica de los opresores como<br />

“plato servido” de un mundo. Clichés pre fabricados, mañoso embuste de la<br />

dominación capitalista, perpetúan la legitimación de la cultura de violencia<br />

simbólica y real. Cultura que naturaliza el fatalismo en los procesos sociales,<br />

que afirma que las cosas son así por un destino sobrenatural o por culpa de<br />

los propios oprimidos, que por incompetencia, prefirieron la miseria al trabajo.<br />

Esa semántica del mundo ocupa el primer plano en la explicación “científica”,<br />

que legitima la lógica del capital. Toda pedagogía en la cual exista quien enseñe<br />

el exacto sentido de las palabras, que expliquen la naturalidad del mundo, que<br />

divulguen la visión científica de lo real, válida para todos en cualquier tiempo<br />

y lugar, está al lado de la continuidad de la opresión y del genocidio real y<br />

simbólico. Sin embargo, existen sentidos contrahegemónicos de los excluidos,<br />

preñados de sueños y de deseos. Decir la palabra no es pronunciar un signo<br />

exterior, ni siquiera posesionarse de una significación ya definida o un objeto<br />

posible de ser conocido. La liberación de los oprimidos no es librarse de un<br />

contexto opresor, hecho por otros. Demandará transformaciones al interior de<br />

los sujetos y de su simbólogía. Nadie necesita sólo pan (liberación económica<br />

de necesidad biológica), sino también de Palabra (liberación emancipadora<br />

y autonomía política), compartida en la carne. Ninguna liberación donada es<br />

benevolente, carecemos de la capacidad de parirnos a nosotros mismos. En ese<br />

contexto de dominación carecemos, dice <strong>Freire</strong> (1996, p. 33) de una<br />

(…) especie de sicoanálisis histórico-político-social del que va<br />

surgiendo la extroyección de la culpa indebida, (enseñoreándonos<br />

de nosotros mismos). A esto corresponde la “expulsión” del opresor<br />

“dentro” del oprimido, como sombra invasora. Sombra que expulsada<br />

por el oprimido, necesita ser substituida por su autonomía y su<br />

responsabilidad.<br />

Proceso doloroso porque es visto como inevitable, destino cerrado, fatalidad<br />

“que dio como resultado la muerte de los que amaba, es en verdad, una perversa<br />

pauta y estrategia llevada a cabo por la acumulación capitalista” (FREIRE, 1996,<br />

p. 33). Si nuestra humanización depende de la lectura del mundo para pronunciarla,<br />

esa humanización solo se completará en la lucha histórica de la clase trabajadora.<br />

Hay un papel pedagógico y político en ese proceso: intercambio de saberes,<br />

interlocución, compartir solidariamente. El educador no podrá negarse tampoco<br />

a comunicar su lectura del mundo, aclarando que no existe una única lectura<br />

posible. Hay tantos mundos cuantas lecturas posibles de él (polisemia). Sin<br />

embargo, ninguna lectura es definitiva, terminal. La palabra en mutación nos<br />

301

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!