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MEMORIAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A AMÉRICA | [ 1 ]

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María Guadalupe Alemán García de Toledo<br />

La nacionalidad española: una promesa hecha a sus padres<br />

VenezuelA<br />

María Guadalupe oriunda de las Palmas de Gran Canaria, nació en 1918 en el seno de<br />

una familia de artesanos que vivían con cierto desahogo. A pesar de su bajo nivel de<br />

instrucción, ya que tan solo aprendió a leer y escribir, María ha sido una aficionada desde<br />

muy joven a la lectura y al teatro.<br />

Se enamoró de su vecino Nicolás cuando tenía tan solo trece años y se hicieron<br />

novios al cumplir los quince. Fue un largo noviazgo de diez años en los que el pretendiente<br />

fue a estudiar a la península y posteriormente, al igual que sus hermanos, llamado a filas<br />

por los golpistas para combatir contra la República.<br />

A pesar de que su esposo, de profesión perito mercantil, tenía cierta posición<br />

económica y reconocimiento profesional, decidió emigrar a Venezuela dejando a María<br />

en las Palmas con tres hijas, la más pequeña de trece meses, y asegurándole que en su<br />

ausencia tendría todas las necesidades cubiertas.<br />

Cuando yo me casé, me casé con una cama y una mesa de noche, después tuve mi alcoba<br />

y el despacho de mi esposo y un comedor precioso, tuve toda una casa. Porque el ganaba muy<br />

bien, hasta que se quiso venir para Venezuela. Cuando se fue para Venezuela, una hermana<br />

de él me dijo: porqué se fue mi hermano para Venezuela, si estaba tan bien, digo no lo sé. Será<br />

que hizo algo en su compañía, como él era secretario, y digo vamos a enterarnos. Fui con ella y<br />

hablé con su jefe, se llamaba, Don José..., no me acuerdo. Se que fui ahí, Digo vengo aquí con<br />

mi cuñada, porque ella cree que mi esposo, al irse para allá hizo algo aquí, como él era el que<br />

manejaba esto. Dice: no, señora Toledo, al contrario, nosotros le debemos a él. Él me había<br />

dicho que se quería ir para Venezuela y me dijo cuando pueda Don José, mándele a mi esposa<br />

lo que me debe usted acá. Entonces ya nos quedamos tranquilas, porque hasta yo misma pensé<br />

que él se había ido por alguna trastada, aunque él era una persona muy seria, tenía su chofer<br />

y todo.<br />

Nicolás Toledo, como otros jóvenes canarios, soñaba con conocer esa tierra de la<br />

que tanto se hablaba en la escuela y en los hogares y no pudo resistir la llamada de los<br />

amigos afincados en Venezuela. Sin embargo tuvo una llegada muy accidentada en un<br />

barco clandestino y en un momento político convulso, coincidiendo con el golpe de estado<br />

de Pérez Jiménez en 1948. Detenido por entrar en el país sin papeles, María rechazó<br />

la ayuda de amigos masones que actuaban a ambos lados del Atlántico para agilizar<br />

las gestiones burocráticas que permitiesen la entrada de su esposo en Venezuela. Ella<br />

recordaba con temor que en la guerra civil, los masones eran ejecutados.<br />

Cinco años después, María se embarcó con sus tres hijas para reunirse con Nicolás,<br />

acompañada de una cuñada que estaba en las mismas circunstancias.<br />

<strong>MEMORIAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>EMIGRACIÓN</strong> ESPAÑO<strong>LA</strong> A <strong>AMÉRICA</strong> | [ 219 ]

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