08.05.2013 Views

Advertencia

Advertencia

Advertencia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Contribuciones a la Historia del Arte en Ecuador. Volumen I<br />

intradós de los arcos son tan simpáticos como la rica decoración de las paredes que aquellas sustentan.<br />

Llaman poderosamente la atención los retablos de las columnas, consagrados a San Francisco, San<br />

Diego y San Jácome de la Marca, los de la izquierda; y a San Buenaventura y San Juan Capistrano,<br />

los de la derecha; pues en ellos se delata el estilo plateresco del siglo XVI, con sus frontones abiertos,<br />

sus columnas adornadas muy sobriamente y sus líneas quebradas, pero no en demasía ni con las<br />

contracciones usadas por los arquitectos de los siglos XVII y XVIII en tiempo de la introducción del<br />

rococó en España 51 .<br />

Es de admirarse también el crucero de la iglesia sostenido por cuatro soberbios arcos torales de la<br />

forma ojival rebajada, tan empleada en la arquitectura del siglo XV. El techo del crucero es de estilo<br />

mudéjar como el que encontramos en el coro; pero, si sus labores son menos complicadas, su conjunto<br />

es más armonioso y encantador. Recuerda mucho a los más hermosos artesonados mudéjares, como<br />

el de San Juan de la penitencia en Toledo y el de uno de los magníficos del palacio de Peñaranda.<br />

Como línea y factura es perfecto y se halla realzado por un preciosísimo friso de santos de media<br />

talla, igual al del jube del coro y al de las capillas laterales del crucero. El artesonado es octogonal,<br />

de modo que las 56 imágenes de santos están distribuidas a razón de siete por cada lado del friso.<br />

Los cuatro arcos torales tienen preciosísimos revestimientos de madera tallada y dorada. Su intradós<br />

como su archivolta son decorados con singular gusto y magnificencia 52 . En cada una de las cuatro<br />

51 Todo el revestimiento del cuerpo de la iglesia, desde la cornisa principal hasta los altares, fue<br />

refaccionado por los años de 1756 a 1759, durante el provincialato del padre fray Ramón de Sequeyra<br />

y Mendiburu (Véase archivo franciscano. Legajo 10, núm. 1, libro 6, fol. 78). En este mismo tiempo se<br />

refaccionaron los «Quatro Altares del Cuerpo de la Yglesia poniéndoles Copetes, y regillas nuevas de<br />

pulida talla con sacras, Lavabos, tablas forradas en vaqueta colorada, velos de Persiana con cuchillejo<br />

de plata en los nichos, y diez manteles de bretaña fina con sus puntas y pegadillos correspondientes,<br />

en que entra también al Altar de N. P. S. Francisco que está en la Capilla, llamada de Villasis» . El<br />

todo costó cuatrocientos veinticinco pesos seis reales. ( Arch. Franc. , Id. , fol. 80). ( N. del A. )<br />

52 Sin duda por la acción del tiempo y el efecto de los terremotos el crucero perdió mucho en<br />

sus postizos atavíos; pues durante el gobierno del padre de la Graña se volvió a revestirlo, como<br />

consta de la siguiente partida de Gastos de la Iglesia , consignada por dicho Padre: « Primeramte. dio<br />

nuestro hermano Síndico tres mil quatrosientos quarenta y seis ps. en esta forma. Tres mil, y trecientos<br />

pesos para aforrar los cuatro Arcos Torales, Dorarles, juntamente con el Artezón del Crusero; los<br />

Pilares correspondientes a dhos. , quatro Arcos; parte del Altar mayor por un lado y otro, enmaderar<br />

101

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!