Advertencia
Advertencia
Advertencia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Contribuciones a la Historia del Arte en Ecuador. Volumen I<br />
especialmente, no sólo abundaron en todo el virreinato del Perú, excepción hecha de la gobernación de<br />
Buenos Aires, sino que los hubo de delicadeza y gusto. Las medallas acuñadas en diversas y remotas<br />
fechas y la variedad de aplicaciones que se daba a la plata, tenían que hacer por necesidad inventores,<br />
a los que en esta arte se ocupaban» 18 .<br />
Merecen también mencionarse al tratar de la escultura en madera, los admirables tallados que<br />
hicieron los indios mestizos quiteños en retablos, sillerías y techados de cedro primorosamente<br />
labrados para nuestras iglesias.<br />
Ya por los años de 1610 se admiraba la habilidad de los indios de Quero, mitimaes incas, a quienes<br />
se les llamaba por apodo carpinteros. A ellos se debe gran parte de las cajas, escritorios con taraceas<br />
o embutidos de madera de colores diversos y labores de primoroso gusto y escribanías de asiento que<br />
aún son el encanto y admiración de todos.<br />
En algunas otras poblaciones pertenecientes a la antigua presidencia de Quito, trabajábase también<br />
utensilios de madera pintada y realzada con un barniz que sacaban de cierta resina que aplicaban en<br />
los objetos mediante la acción del fuego.<br />
En la alfarería aún se conserva tradicionalmente el arte en varias poblaciones de Latacunga, célebres<br />
desde la Colonia. Pujilí e Isinliví continúan botando al mercado miles de objetos de barro vidriado,<br />
algunos de los cuales son verdaderas obras de arte ingenuo y delicado. Muñecos y animales son los<br />
asuntos preferidos de aquellos alfareros que la tradición les obliga a trabajar necesariamente una vez<br />
al año, para sacar esas figuras al mercado ecuatoriano en el mes de los difuntos, noviembre. En Rusia<br />
aún subsiste el arte de una alfarería análoga, y por un álbum ilustrado a colores que poseemos, hemos<br />
podido establecer comparaciones entre unos y otros objetos, llegando a la conclusión que los del<br />
Ecuador nada ceden en valor artístico a los de Rusia.<br />
Ha favorecido en gran parte a esta simpática arte, la existencia en el Ecuador de barros y gredas<br />
finos y de diversos colores. De ahí sin duda que Cuenca, a semejanza de varias ciudades de México,<br />
poseyó fábricas de loza fina en las que, sin duda fueron hechos esas primorosas figuras de nacimiento<br />
que aún se conservan en nuestras iglesias y conventos y hasta en casas particulares. En esas mismas<br />
fábricas se debieron hacer no pocos de los azulejos ordinarios y medianos que se utilizaron en los<br />
pavimentos y paredes de los edificios coloniales. Ya tendremos ocasión de reproducir modelos de<br />
18 P. Cappa, ob. cit. , VIII, pág. , 127. ( N. del A. )<br />
58