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Contribuciones a la Historia del Arte en Ecuador. Volumen I<br />
Jesucristo. A un lado y otro de este tabernáculo y sustituyendo a las seis columnas centrales del cuerpo<br />
inferior, se encuentran seis embutidos: dos de los cuales, los del centro, hacen veces de cariátides<br />
que sostienen un capitel compuesto sobre el cual se apoya un frontón entrecortado para dar cabida a<br />
una gran paloma, símbolo del Espíritu Santo. Los otros cuatro embutidos tienen la figura de ángeles<br />
orantes y entre ellos se hallan cuatro grandes telas que representan cuatro apóstoles colocados en<br />
decoraciones talladas iguales a las que encuadran las ocho telas que representan a los demás apóstoles<br />
en el cuerpo inferior del retablo. Junto a los arcos torales termina esta decoración con un cuadro que,<br />
sostenido por dos ángeles, contiene las imágenes de dos santos de la iglesia. Encima de esta parte<br />
que dejamos descrito corre un friso decorado, parte con decoración lineal y parte con aplicaciones<br />
de elementos decorativos, como floreros y ramas destacadas, y luego una gran cornisa sobre la cual<br />
descansan dieciséis retratos de cardenales de la iglesia romana en sus respectivos cuadros que forman<br />
el remate de este primoroso retablo. En la mitad se encuentra una colosal estatua del Padre Eterno. Para<br />
completar y uniformar la decoración toda del presbiterio, se ha pintado la bóveda simulando un cielo<br />
estrellado en el cual el hueco del tragaluz central representa el sol, que esparce a su alrededor rayos,<br />
que van a terminar de dos en dos, abrazando los cuadros en los que están los retratos de los cardenales,<br />
en el remate del retablo. Dan luz al retablo dos ventanas laterales que como todo el presbiterio se halla<br />
revestida con tallados dorados y pintados en rojo y verde 56 .<br />
Para comprender mejor la magnificencia del presbiterio hay que tener en cuenta la riqueza de<br />
ornamentación que tienen las columnas de los cuatro arcos torales que forman como el palio que<br />
abriga tanta maravilla. Las columnas de estos arcos se hallan decoradas también con lienzos entre<br />
los cuales hay algunos de gran mérito artístico, por ejemplo una Dolorosa en la parte baja y pared<br />
56 Estas ventanas se rehicieron por los años de 1747 a 1750 en que fue provincial el P. lector<br />
jubilado fray Joseph de Ihs. y Olmos. La partida de gasto dice así: « It. setenta y tres ps. en quatro<br />
ventanas que se hisieron, nuebamte. para dar clarid. al Altar mayor, las dos se forraron por de dentro<br />
de madera y se doraron; a las otras dos se les pusieron dos arcos de cal y ladrillo, para defensa de<br />
las lluvias» ( id. , fol. 44, vta. ). -El interior de la media naranja del altar mayor se revistió por los<br />
años de 1792-1796. ( N. del A. )<br />
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