08.05.2013 Views

Advertencia

Advertencia

Advertencia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Contribuciones a la Historia del Arte en Ecuador. Volumen I<br />

«ningún musulmán o judío fuese tan audaz que se atreviese a pintar la cara del Salvador ni de su<br />

gloriosa Madre, ni de ningún otro santo de nuestra religión» 8 .<br />

No nos hemos de sorprender, pues, cuando al examinar nuestro arte colonial, encontremos también<br />

rastros bien definidos de arte oriental, como lo haremos notar a su debido tiempo en muchos de los<br />

artesonados de nuestras iglesias y los detalles de ciertos campanarios.<br />

Porque aún al arte del Renacimiento se unió el arte mudéjar. Dígalo la Casa de Pilatos de Sevilla,<br />

monumento mudéjar de los más hermosos que tiene España la cual, desde el punto de vista decorativo,<br />

ofrece una mezcla armoniosa de motivos musulmanes, góticos y platerescos.<br />

Anotemos también la personalidad propia que los españoles habían logrado conquistar en la<br />

escultura, principalmente en el tallado. Discípulos de franceses, que como maestros regentaban<br />

al principio del siglo XV los talleres aragoneses y catalanes, hicieron retablos policromados y<br />

esculpieron estatuas de una originalidad única. Los retablos españoles, de los que nosotros tenemos<br />

buenas muestra, son verdaderamente obras maravillosas en que el arquitecto y el decorador rivalizan<br />

en talento con el escultor.<br />

Sin embargo, la acción de la escuela francesa vino a ceder el campo a la flamenca y alemana<br />

a fines del siglo XV, cuando, merced al establecimiento en Toledo de algunas familias de artistas<br />

bruseleses, esta capital confirió derecho de ciudad a holandeses y alemanes, que fueron bien pronto<br />

colaboradores de los artistas españoles y a veces sus concurrentes. Con esto evolucionó el estilo más<br />

que la naturaleza de las obras. El retablo quedó el mismo; comenzó a invadir cierto realismo expresivo,<br />

tan característico de los países del Norte en algunas imágenes del Cristo y de la Virgen; realismo que<br />

encontró su terreno tan favorable en el espíritu español que llegó a vestir a los santos con los mismos<br />

hábitos con que se visten los mortales y a ponerles sombrero y peluca naturales.<br />

Sin embargo siguió latente el espíritu gótico. A él debemos el haber heredado tantas bellas cruces<br />

en nuestras calles y la costumbre de elevarlas a lo largo de los caminos. A él, las preciosas viñetas<br />

policromas de nuestros cantorales, la expresiva factura de nuestros Cristos, la belleza trágica de la<br />

Dolorosa y la Magdalena de nuestros Calvarios y, en fin, todo ese realismo del que se hallaban<br />

animados los artistas españoles de los siglos XV y XVI.<br />

***<br />

8 Madrazo. Córdoba. ( N. del A. )<br />

37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!