Informe

a los bolivianos reflexionar profundamente en los planes de gobierno y en las visiones que
tienen los postulantes sobre temas tan angustiantes como el fortalecimiento del sistema
político a partir del nuevo escenario que abrirá el poder constituyente.
En esa tarea ha centrado su trabajo cotidiano el gobierno de transición. Sin descuidar, desde
luego, la misma gestión administrativa orientada a dar continuidad a emprendimientos que
en algunos casos son resultado de largas aspiraciones colectivas y regionales.
La continuidad institucional está garantizada por voluntad de todos nosotros y en ese marco
pongo en consideración del Congreso Nacional, como poder representativo del Estado boliviano,
el Informe de Gestión 2004-2005 en el que se detallan los objetivos, las realizaciones y las
tareas a emprenderse a través de las distintas carteras que conforman el Poder Ejecutivo,
responsables de las políticas de relaciones internacionales, seguridad nacional, desarrollo
económico y desarrollo social de nuestro país.
En materia de relaciones exteriores, por ejemplo, acabamos de presentar un medular informe
a la Organización de Estados Americanos (OEA), con el propósito de poner en consideración
de tan importante foro, acerca de los últimos acontecimientos vividos en el país y del camino
que por la senda democrática sigue Bolivia.
A pesar de los momentos de excepción que vivimos en octubre de 2003 y junio de 2005, ha
quedado claro que somos demócratas de convicción y que seguimos empeñados en generar
consensos en todas las materias que hacen a la toma de decisiones que nos permiten crecer
como nación a través de nuestros poderes representativos y nuestras distintas formas de
organización social.
Celebramos 180 años de vida republicana. Queremos hacer de Bolivia una comunidad nacional
que se enriquezca en sus contrastes culturales, históricos y geográficos y, que así como reafirma
permanentemente su militancia democrática, reafirme también sus convicciones por la unidad
nacional.
El informe que ponemos a consideración del país y del H. Congreso es un informe de dos
gobiernos: uno que acabó tras la renuncia del Presidente de la República y el segundo que se
instaló con el deber patriótico de devolverle la confianza a los ciudadanos.
Eduardo Rodríguez Veltzé
Presidente Constitucional de la República
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La Paz, agosto 6 de 2005.