18.05.2013 Views

solaris.pdf

solaris.pdf

solaris.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pie, y se encaminaba descalza hacia la puerta. La<br />

llame, sin atreverme a alzar la voz, y me senté en la<br />

cama. Pero Harey ya estaba fuera y un panel de luz<br />

cortaba oblicuamente la habitación. Me pareció oír<br />

cuchicheos. Harey hablaba con alguien... ¿Con<br />

quién? Quise ponerme de pie, aterrado, pero las<br />

piernas no me obedecieron. Escuché; ya no se oía<br />

nada.<br />

Me acosté otra vez. La sangre me martillaba las sienes.<br />

Empecé a contar. Estaba llegando a mil<br />

cuando la puerta se movió y Harey entró de nuevo en<br />

el cuarto. Se quedó allí un instante, inmóvil. Yo<br />

trataba de respirar con regularidad.<br />

—¿Kris? —susurró Harey.<br />

No respondí.<br />

Ella se deslizó rápidamente en la cama y se acostó a<br />

mi lado, evitando tocarme. Yo no me movía. Las preguntas<br />

me bullían en la cabeza, pero me resistía a hablar.<br />

Pasó así una hora. Luego me dormí.<br />

La mañana fue semejante a tantas otras mañanas;<br />

yo observaba a Harey de reojo; no noté en ella ningún<br />

cambio. Después del desayuno, nos sentamos frente<br />

a la ventana panorámica. La Estación bogaba entre<br />

nubes purpúreas. Harey leía un libro, y mientras<br />

yo miraba afuera, noté de pronto que inclinando la<br />

cabeza según cierto ángulo, veía nuestras imágenes<br />

en el cristal. Retiré mi mano de la barandilla. Harey<br />

no sospechaba que yo estaba observándola. Me echó<br />

una mirada fugaz, dedujo obviamente que yo estaba<br />

mirando el océano, y se inclinó a besar la barandilla,<br />

el sitio donde había estado mi mano. En seguida, ya<br />

estaba leyendo otra vez.<br />

—Harey —le pregunté con dulzura—, ¿a dónde<br />

fuiste anoche?<br />

—¿Anoche?<br />

—Sí.<br />

—Tienes que haber soñado, Kris, no fui a ninguna<br />

parte.<br />

—¿No saliste?<br />

—No... tienes que haber soñado.<br />

Esa misma noche, empecé a hablar de nuestro viaje,<br />

del regreso a la Tierra. Harey me interrumpió:<br />

—No me hables de ese viaje, Kris. No quiero oír<br />

más de eso, ya lo sabes...<br />

—¿Qué dices?<br />

191

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!