Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Creí que era yo el que se había vuelto loco.<br />
—Ah... ¿y no viste a nadie?<br />
—Vi a alguien.<br />
—¿Quién?<br />
Lo miré largamente (la mueca de Snaut ya no simulaba<br />
una sonrisa) y respondí:<br />
—A esa... esa mujer negra. —Snaut estaba inclinado<br />
hacia adelante; mientras yo hablaba, el cuerpo se le<br />
distendió imperceptiblemente.— Hubieras podido prevenirme.<br />
..<br />
—Te previne.<br />
—¡En qué forma!<br />
—De la única forma posible. Yo no sabía a quién<br />
verías. Nadie podía saberlo, nadie sabe jamás...<br />
—Escucha, Snaut, quisiera preguntarte... Tú... tú<br />
conoces... este fenómeno desde hace un tiempo.<br />
Ella... la persona que vino a visitarme hoy...<br />
—¿Te preguntas si volverá?<br />
Asentí.<br />
—Sí y no —dijo Snaut.<br />
—¿Qué significa eso?<br />
—Ella... esa persona volverá, ignorándolo todo,<br />
como al comienzo de la primera visita. Más exactamente,<br />
no tendrá en cuenta que quisiste desembarazarte<br />
de ella. Si tú respetas las condiciones, no se mostrará<br />
agresiva.<br />
—¿Qué condiciones?<br />
—Eso depende de las circunstancias.<br />
—¡Snaut!<br />
—¿Qué?<br />
—¡Basta de subterfugios, por favor!<br />
—¿Subterfugios? Kelvin, tengo la impresión de que<br />
aún no has entendido. —Le brillaron los ojos.— ¡Bueno!<br />
¿Puedes decirme quién vino a visitarte? —preguntó<br />
brutalmente.<br />
Yo tragué saliva, y volví la cabeza. No quería mirarlo.<br />
Hubiera preferido tener que hablar con<br />
otro y no con él. Pero yo no podía elegir. Un<br />
trozo de gasa se despegó y me cayó sobre la mano.<br />
Me sobresalté.<br />
—Una mujer que... —Me detuve.— Se mató. Una<br />
inyección...<br />
—¿Suicidio?<br />
—Sí.<br />
—¿Eso es todo?<br />
75