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Comentarios y Biografia En la literatura de nuestro tiempo, los dos grandes maestros de la ironía y la imaginación son Stanislav Lem y Jorge Luis Borges. Úrsula K. Le Guin Solaris tiene varios niveles, y es a la vez un rompecabezas psicobiológico, una parábola acerca de las relaciones y emociones humanas, y una demostración de que los criterios antro-pocéntricos son inaplicables en el mundo moderno... Las estrellas son para Lem de algún modo lo que Utopía fue para Moro o Brobdingng para Swift; un espejo parabólico para nosotros miamos. Darko Suvin Stanislav Lem nació en 1921 en la ciudad de Lvov; en 1944 se trasladó a Cracovia, donde vive desde entonces. Ha escrito entre otros libros: Astronautas (1951), La Nébula Magallánica (1955), La investigación (1959), Solaris (1961), Memorias encontradas en una bañera (1961), El Invencible (1964), La Ciberiada (1965), La filosofía de la causar lidad (1968), Magnitud Imaginaria (1973). Ilustración .de la sobrecubierta: Óscar H. Chichoni 210
EDICIONES MINOTAURO BRIAN W. ALDISS Frankenstein desencadenado Invernáculo J. G. BALLARD La sequía Crash La exhibición de atrocidades RAY BRADBURY Crónicas marcianas El hombre ilustrado ANTHONY BURGESS La naranja mecánica ÍTALO CALVINO Las ciudades invisibles Las cosmicómicas ARTHUR C. CLARKE El fin de la infancia ÚRSULA K. LE GÜÍN La mano izquierda de la oscuridad Los desposeídos Un mago de Terramar Las tumbas de Atuan La costa más lejana STANISLAV LEM El invencible 211
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SOLARIS 2
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Título original: Solaris Traducci
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La llegada A las diecinueve horas,
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toria! ¡Estación Solaris, aquí l
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me aprisionaba llegó al fin del vi
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paso adelante. Snaut se apelotonó
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Durante una fracción de segundo, s
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de humano! Iba a abalanzarme sobre
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tra la pared; del otro, entre los n
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pistola radiactiva o algo por el es
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innumerables, que podían definirse
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En oposición a esta actitud conser
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lograr un contacto con el océano.
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ciones de "creatividad" plasmática
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estuviese privado de conciencia? Po
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intención de entrar, pero el picap
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azules, tenía un aspecto curioso.
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Solaris. Algo colgaba detrás del m
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— ¿Es sólo el calor? ¿Estás s
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¿no es así? En ese caso, no se tr
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—No puedo. Yo tenía la impresió
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Sartorius Avancé por un largo corr
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un radio de treinta y tantos kilóm
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Hubo un rumor de papeles arrugados.
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—¿Usted sirve a la ciencia? —S
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mirilla cualquiera. La idea de espi
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peso del cuerpo; la marcha no le ha
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ecientes, y que éstos eran parte d
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Harey La desesperación y una espec
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nó. Nos besamos; un primer beso t
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sabía lo que yo le había dicho ci
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Yo la escuchaba tratando de parecer
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cosa, de un todo aterrador e incomp
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posible hablar. Cerré los párpado
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era sólo una muchacha grácil, una
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El "Pequeño Apócrifo" Tenía la c
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sólo nos hablaba a través de la p
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Snaut esperaba. Viendo que yo no re
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de nosotros mismos. Y sin embargo,
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—Sí. Además —agregó Snaut—
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Nos pusimos de pie. —¡Vamos, Sna
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Berton. Seguía la historia clínic
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Berton: No. Creí que era un espeji
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Pregunta: ¿Quieres decir, por ejem
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declaraciones—, entonces lo diré
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cualquier sabio podría envidiar la
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cama. Oí un crujido y la puerta se
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de comprender.— No. ¡Ah, sí!
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Me despertó una sensación de agra
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polvo antiséptico y me acerqué a
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—No. No me he explicado bien. Qui
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moléculas, y todo era parecido a l
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Me di cuenta de que en mi excitaci
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mos a cabo un experimento, sacamos
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Los monstruos La luz me arrancó de
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viene bien, porque yo tampoco puedo
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la operación en algún lugar exter
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mientras que abajo la sustancia se
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encaminados a un fin último, el "m
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apretadas, de pronto unos geiseres
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estalla y se abre, y en la simetrí
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Hubo por cierto intentos de describ
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se derrumban, los arcos se desploma
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nes de crecimiento y destrucción.
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Estaba copiando las fórmulas cuand
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emisario. —No sé. No hablamos de
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pero no destructiva. Sin embargo, h
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El oxigeno líquido No sé cuánto
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—¿Y tú cómo sabes quién eres?
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la puerta no alcancé a ver si la m
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Estación se alargaba moviéndose c
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ajos; algo me tocó la cabeza: los
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goteando, lentamente. —Kris... di
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vueltas durante horas, puedes llega
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Harey se había incorporado y me mi
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Harey abrió desmesuradamente los o
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—¿El registro? ¿El encefalogram
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mismo? ¿Entiendes la diferencia?
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en un círculo vicioso; ella es un
Page 160 and 161: usaran, pero no sabría descifrarlo
Page 162 and 163: Los Pensadores —Kris ¿es por ese
Page 164 and 165: algunas puertas no tenían paneles.
Page 166 and 167: mí, real e imperceptible. De pront
Page 168 and 169: —¡Oh, no! —exclamó Harey con
Page 170 and 171: estudiar las ciudades cartilaginosa
Page 172 and 173: audaz y más interesante, pero siem
Page 174 and 175: ecían en general de la preparació
Page 176 and 177: obstante dentro de nuestra esfera d
Page 178 and 179: aprovechar las ventajas inmediatas
Page 180 and 181: Los sueños Transcurridos seis día
Page 182 and 183: que trabajaban en secreto. Todos lo
Page 184 and 185: mujer?— sigue a mi lado, y no nos
Page 186 and 187: disipaban en el alto cielo y se des
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Page 190 and 191: Victoria Pasaron tres semanas. Los
Page 192 and 193: —No, nada. Al fin nos acostamos,
Page 194 and 195: Le arrojé el líquido a la cara. S
Page 196 and 197: —No. Ya no. Nuestra responsabilid
Page 198 and 199: El viejo mímoide Sentado a la vent
Page 200 and 201: dispuesto a todo en nombre de un pr
Page 202 and 203: encenderá otras... Nos daremos cue
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Page 206 and 207: Con el helicóptero a algunos pasos
Page 208 and 209: posibilidad, acaso ínfima, tal vez
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