LO MONSTRUOSO EN DOS NOVELAS CONTEMPORÁNEAS: UNA ...
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militancia partidaria, la palabra escrita, la violencia, con el objetivo de desestabilizar y<br />
derruir los regímenes aristocráticos o burgueses que tanto aborrece. Desde que llegan a<br />
sus oídos las primeras noticias acerca de la rebelión de Canudos, Galileo Gall se<br />
solidariza con los yagunzos, toma partido fervientemente a su favor, aunque, por otro<br />
lado, ignore casi todo acerca de ellos. Vemos, entonces, como en el plano axiológico los<br />
considera la encarnación del bien y les guarda un gran afecto, aunque en el plano<br />
espistémico se encuentre sumido en la ignorancia. Y esa solidaridad con los<br />
consejeristas se nutre de la asimilación que hace de las acciones de los yagunzos y sus<br />
ideales revolucionarios; a través de razonamientos claramente forzados convierte a los<br />
yagunzos en sus iguales, sin diferencias. En realidad, ejerce cierto tipo de violencia<br />
sobre el pensamiento y los motivos de los yagunzos para igualarlos a los suyos, para<br />
asimilarlos a su visión del mundo. En cierto sentido, podría decirse que se niega a<br />
conocerlos mejor, ya que él no carece de los medios para hacerlo, y prefiere vivir<br />
cegado por su ideología y sus anhelos, en fin, por su fanatismo. En una palabra, la<br />
novela aduce que el conflicto y sus desastrosas consecuencias se deben a una carencia<br />
de o a la negación de ahondar en la dimensión epistémica de la relación con el otro por<br />
preferir los propios esquemas mentales, las abstracciones que uno ha determinado que<br />
describen fielmente la realidad; es allí donde reside el fanatismo. Precisamente, aquí<br />
tenemos un ejemplo de cómo Galileo Gall homologa los actos de los yagunzos a sus<br />
propias aspiraciones, dejando de lado la evidencia que prueba justamente lo contrario:<br />
“En los muertos de hambre el instinto suele ser más fuerte que las creencias. . . . Pueden<br />
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