22.11.2014 Views

o_197abo12d192e1vr31blj7g81idta.pdf

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¡Pues te la llevas a una isla desierta donde solo estéis vosotros dos! —le espetó Daniel con acritud. Le repateaba las<br />

tripas aquella actitud de victima que había adoptado—. ¡Por Dios, William! Tú has provocado todo esto, ahora no puedes<br />

derrumbarte, ella te va a necesitar entero, ¿entiendes?<br />

William no contestó, estaba allí, de pie, con los hombros caídos, sintiendo lástima de sí mismo.<br />

—¿Entiendes? —repitió, levantando la voz, y lo golpeó en el pecho con tanta fuerza que casi lo tira de espaldas.<br />

William reaccionó con aquel golpe.<br />

—Tienes razón.<br />

—Pues ve con ella y no te muevas de su lado, yo me ocuparé de todo. Pienso quedarme aquí todo el tiempo que sea<br />

necesario.<br />

—Gracias.<br />

Daniel asintió con una mirada comprensiva.<br />

—Voy a ver si consigo atrapar un par de ciervos o cualquier otra cosa que esté viva —comentó mientras se dirigía a la<br />

puerta. William lo miró sin entender—. Cuando despierte necesitará… ya sabes… comer… beber… ¡Tú ya me entiendes!<br />

—soltó al tiempo que salía disparado hacia la calle.<br />

Daniel era impulsivo, visceral, y tenía un genio de mil demonios, pero daba la vida por su familia si era necesario; y<br />

ahora sentía a William como su propio hermano. Cuidaría de él por encima de todo y de todos.<br />

Ya se había adentrado en el bosque cuando oyó un grito desesperado. Se detuvo con el corazón en un puño, pensando en<br />

qué otra cosa podía salir mal aquel día. Dio media vuelta y corrió hacia la casa. Mientras descendía la pequeña colina, fue<br />

desgarrando sus ropas, arrancándoselas con apremio. Necesitaba ir más rápido, y solo podía conseguirlo como lobo.<br />

Cuando llegó a la casa, se encontró a William que venía del establo con el rostro desencajado, parecía la fatalidad en<br />

persona.<br />

—¡No está, se ha ido! —exclamó fuera de sí.<br />

Daniel gimió, apuntando con el hocico a la casa.<br />

—He mirado por todas partes, ha desaparecido. —Se llevó las manos a la cabeza y giró sobre sí mismo recorriendo el<br />

paisaje con la mirada—. Hay que encontrarla —dijo con determinación—. Si ya ha cambiado será muy peligrosa, y ni<br />

siquiera sabe cómo protegerse del sol, en pocas horas será mortal para ella.<br />

Daniel asintió, alzó la cabeza y olisqueó el aire. Cruzó su mirada con la de William durante un segundo y ambos se<br />

lanzaron en su busca.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!