22.11.2014 Views

o_197abo12d192e1vr31blj7g81idta.pdf

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Sí, en Londres. Vuestro padre y hermanos lo constituyen. Pero comprenderéis el trastorno que ese viaje nos<br />

ocasionaría.<br />

William asintió con un gesto de culpa.<br />

Talos lo observaba atento, a la espera de que aceptara escucharlos, cuando comprendió que William no iba a ceder,<br />

suspiró y volvió a hablar.<br />

—En ese caso, necesitamos que habléis por nosotros ante el licántropo Daniel Solomon. Ya que no hay ningún tribunal<br />

vampiro en este país que nos asista, nos vemos obligados a recurrir a los lobos.<br />

—¿Tan importante es vuestra petición? —preguntó William con recelo—. ¿Es que habéis cometido alguna falta?<br />

—¡No, por supuesto que no, somos respetuosos con las leyes! —intervino Minerva algo alterada.<br />

—Por favor, dejadme que yo se lo aclare —pidió Neo a sus acompañantes. Estos asintieron con sequedad—. Señor…<br />

—Llámame William, por favor. Si no me tuteas, esta conversación va a resultar un tanto incómoda para mí.<br />

—De acuerdo, William… —Hizo una pausa y continuó—. Hace cinco años conocí a una humana de la que me enamoré.<br />

Es una chica muy intuitiva e inteligente, y no tardó mucho en descubrir lo que soy. Conoce nuestro secreto y convive con<br />

nosotros desde que perdió a su familia hace unos meses…<br />

William se limitó a escuchar en silencio, con la sorpresa reflejada en su rostro.<br />

—Queremos hacer las cosas bien, para no correr ningún riesgo —añadió Neo.<br />

—¿La chica se lo ha dicho a alguien? —preguntó William, intentando comprender a dónde llevaba aquella<br />

conversación.<br />

—¡No! Ella entiende perfectamente nuestras leyes, sabe que debe guardar silencio para protegernos y… para protegerse<br />

—indicó con una expresión sombría.<br />

—Entonces no entiendo el problema. Hace mucho tiempo que esas leyes cambiaron. Nadie va a matarte por que<br />

tu novia sea una chica muy lista —explicó William, y esbozó una sonrisa afable con la que trató de quitarle importancia al<br />

asunto.<br />

—Lo sé, pero ese no es el problema.<br />

Neo alzó la mano en dirección a la barra y una chica morena, de la que William no se había percatado hasta ese<br />

momento, se levantó para acercarse a ellos sonriente. Neo se puso en pie para recibirla, la tomó de la mano y la besó en la<br />

mejilla, a continuación le ofreció la silla que él había ocupado.<br />

—Ella es Drew y quiere convertirse en vampiro.<br />

Las palabras de Neo cayeron sobre William como un jarro de agua fría. La luz se abrió paso en su cerebro iluminando<br />

su entendimiento.<br />

—Es cierto, señor, lo deseo más que nada en el mundo —intervino la muchacha completamente ruborizada.<br />

—¿Entendéis ahora, señor Crain, por qué necesitamos que intercedáis por nosotros? Queremos que seáis nuestro testigo,<br />

que corrobore que la joven no está bajo ninguna influencia y que es dueña de su voluntad. Nadie dudará de vos —dijo<br />

Talos con un hilo de voz—. Mi hijo ama a esta mortal y nosotros hemos aprendido a quererla como a una hija. Se ha<br />

establecido un fuerte vínculo entre nosotros.<br />

—¿Quieres convertirte en vampiro? —preguntó William a Drew.<br />

La chica asintió, curvando sus labios con una amplia sonrisa, mientras acariciaba la mano de Neo que reposaba sobre su<br />

hombro.<br />

—¿Pero por qué? —insistió William sin dar crédito—. No te puedes hacer una idea de todo lo que sacrificarías.<br />

—Sé lo que sacrificaría si no lo hiciera, con saber eso me basta —contestó la chica de forma rotunda—. Hace cinco<br />

años que conozco a Neo, desde entonces yo soy la única que envejece, y cada día que pasa mi vida es más corta. Él sufre<br />

cuando está conmigo, la sed siempre está presente. Necesitamos liberarnos.<br />

La explicación de la chica caló de una forma muy profunda en el corazón de William. Así debería haber sido su historia.<br />

Pero el amor de Amelia por él era inexistente, comparado con la fuerza que irradiaba el de aquella joven por el vampiro<br />

que tenía a su lado.<br />

—Sufrirás mucho durante largo tiempo, ¿te han explicado eso? —la interrogó William. El miedo a que naciera una<br />

nueva Amelia era demasiado grande—. Y puede… puede que no sobrevivas al cambio.<br />

—Sí, sé que es muy doloroso y que luego sentiré una sed que no se calmará con nada, pero lo tenemos todo planeado.<br />

Iremos a New Brunswick, a una isla que hay al norte de Gaspé, estaremos allí hasta que aprenda a controlarme.<br />

William la escuchaba, sorprendido por la naturalidad con la hablaba de aquel tema espinoso, convencida de que todo<br />

iba a salir bien. Observó a la pareja durante unos segundos y envidió su fortaleza.<br />

—¿Serás capaz de controlarla? —preguntó William a Neo.<br />

—Sí, y no estoy solo en esto, cuento con mi familia —dijo dedicando una mirada cariñosa a Talos y Minerva.<br />

—De acuerdo. Hablaré en vuestro favor. Pero tendréis que ser muy convincentes si queréis que todo salga bien. Sobre<br />

todo tú —dijo a la chica muy serio.<br />

—Sabía que nos ayudaríais, vuestro padre os ha educado bien —señaló Talos agradecido—. Deberíais ser vos quien se<br />

ocupara de estos asuntos, no los licántropos. En este país hay muchos vampiros que respetan el pacto e intentan llevar una<br />

vida normal, merecen que alguien de su linaje los gobierne y cuide de sus intereses. Hay cosas que esos lobos jamás<br />

comprenderán —Hizo una pausa y suspiró al ver que William no estaba dispuesto a contestar—. Aquí podréis<br />

encontrarnos —dijo mientras le entregaba una pequeña tarjeta.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!