Daniel GolemanInteligencia Emocionallas semanas siguientes; mientras que, en los períodos más plácidos de la vida de estos pacientes, elherpes se mantenía en estado latente. Véase también H. E. Schmidt et al., “Stress as a Precipitating Factorin Subjects With Recurrent Herpes Labialis”, en Journal of Family Practice, 20 (1985).26. La ansiedad y la enfermedad cardiaca en la mujer: Carl Thoreson, artículo presentado en elCongress of Behavioral Medicine, Uppsala. Suecia (julio de 1990). La ansiedad también desempeña unpapel fundamental en el desarrollo de una enfermedad coronaria en los hombres. En un estudio llevado acabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama se evaluaron 1.123 mujeres y hombres, deedades comprendidas entre los cuarenta y cinco y los setenta y siete años, para tratar de determinar superfil emocional. En el seguimiento que se efectuó veinte años después, los hombres más predispuestos ala ansiedad y las preocupaciones manifestaban, con gran diferencia, mayores indices de hipertensión.Véase Abraham Markowitz et al., Journal of the American Medical Association (14 de noviembre de 1993).27. El estrés y el cáncer colorrectal: Joseph C. Courtney et al., “Stressful Life Events and the Risk ofColorectal Cancer”, en Epidemiology, 4 (5), (septiembre de 1993).28. El uso de la relajación para contrarrestar los síntomas derivados del estrés: Daniel Goleman yJoel Gurin, Mmd Body Medicine (Nueva York: Consumer Reports BookslSt. Martin’s Press, 1993).29. La depresión y la enfermedad: Véase Seymour Reichlin, «Neuroendocrine-Immune Interactions»,en New England Journal of Medicine (21 de octubre de 1993).30. Trasplante de médula ósea: citado por James Strain, “Cost Offset From a PsychiatricConsultation-LiaisOn Intervention With Elderly Hip Fracture Patients” en American Jaurnal of Psychiatry,148 (1991).31. Howard Burton et al., “The Relationship of Depression to Survival in Chronic Renal Failure”, enPsychosomatic Medicine (marzo de 1986).32. La desesperación y la muerte por ataque cardiaco: Robert Anda et al., “Depressed AffectHopelessness and the Risk of Ischemic Heart Disease in a Cohort of U.S. Adults”, en Epidemiology (julio de1993).33. La depresión y el ataque cardíaco: Nancy Frasure-Smith et al. “Depression Following MyocardialInfarction”, en Journal of the American Medical Association (20 de octubre de 1993).34. Depresión y enfermedades múltiples: el doctor Michael von Korff, psiquiatra de la Universidad deWashington que llevó a cabo el estudio, me confesaba, con respecto de aquellos pacientes para los quellegar con vida al día siguiente constituye un tremendo desafio: «el tratamiento de la depresión permitecomprobar que los pacientes mejoran al margen de los cambios en su condición clínica. Si uno se halladeprimido no cabe duda de que los síntomas le parecerán más graves. Sufrir una enfermedad crónicaconstituye todo un reto adaptativo y, en el caso de que uno se halle deprimido, no podrá cuidaradecuadamente de sí mismo. Pero cuando uno se halla suficientemente motivado, dispone de energía ytiene la autoestima elevada —factores, todos ellos, ausentes en la depresión— uno puede adaptarseconsiderablemente bien hasta a las más graves incapacitaciones».35. El optimismo y el bvpass: Chris Peterson et al., Learned Helplessness: A Theorv ftr the Age oJPersonal Control (Nueva York: Oxford University Press. 1993).36. Lesiones en la columna vertebral y esperanza: Timothy Elliott et al., “Negotiating Reality AfterPhysical Loss: Hope, Depression, and Disability”, en Journal of Persona lirv and Social Psvchology. 61,4(1991).37. Los riesgos médicos del aislamiento social: véase, en este sentido, James House et al., “SocialRelationships and Health”, en Science (29 de julio de 1988). Véase también una conclusión similar de CarolSmith et al., “Meta-Analysis of the Associations Between Social Support and Health Outcomes”, en Journalof Behavioral Medicine (1994).38. La soledad y el riesgo de mortalidad: otros estudios sugieren la intervención de un mecanismobiológico. Estos descubrimientos, citados por House en “Social Relationships and Health”, han demostradoque la mera presencia de otra persona puede reducir la ansiedad y el malestar físico de las personasingresadas en una unidad de cuidados intensivos. También se ha descubierto que el reconfortante efectoque supone la presencia de otra persona no sólo puede disminuir la tensión arterial y la frecuencia cardiacasino también la secreción de ácidos grasos que bloquean las arterias. Una de las hipótesis adelantadaspara tratar de explicar el saludable efecto del contacto social sugiere la intervención de un mecanismocerebral.Esta teoría apunta a los datos procedentes de los estudios sobre animales que muestran los efectoscalmantes de la activación de la región posterior del hipotálamo, una de las áreas del sistema limbico quetiene abundantes conexiones con la amígdala. Según esta teoría, la reconfortante presencia de otrapersona inhibe la actividad limbica, disminuyendo la secreción de acetilcolina, cortisol y catecolaminas,todos ellos agentes neuroquimicos que afectan directamente a la aceleración de la respiración, el ritmocardíaco y otros síntomas fisiológicos del estrés.206
Daniel GolemanInteligencia Emocional39. Strain, “Cost Offset”.40. La supervivencia a los ataques cardiacos y el apoyo emocional: Lisa Berkman et al., “EmotionalSupport and Survival After Myocardial Infaretion, A Prospective Population Based Study of the Elderly”, enAnnals of Internal Medicine (15 de diciembre de 1992).41. El estudio sueco: Annika Rosengren et al., “Stressful Life Events Social Support and Mortality inMen Born in l933”. en British Medicaliournal (19 de octubre de 1993).42. Las disputas matrimoniales y el sistema inmunológico: Janice Kiecolt-Glaser et al., “MaritalQuality, Marital Disruption, and immune Function”, en Psvchosomatic Medicine, 49 (1987).43. La entrevista con John Cacioppo se publicó en The New York Times del 15 de diciembre de 1992.44. La expresión de los pensamientos perturbadores: James Pennebaker, “Putting Stress Into Words:Helth, Linguistic and Therapeutic Implications”, ponencia presentada en el encuentro de la AmericanPsychological Association, Washington, DC (1992).45. La psicoterapia y la mejora en la condición clínica: Lester Luborsky et al., “Is Psychotherapy Goodfor Your Health?”, ponencia presentada en el encuentro anual de la American Psychological Association,Washington, DC (1993).46. Grupos de apoyo para enfermos de cáncer: David Spiegel et al., “Effect of PsychosocialTreatment on Survival of Patients with Metastatic Breast Cancer”, en Lancet, n0 8668, u (1989).47. Preguntas de los pacientes: este descubrimiento lo citó el doctor Steven Cohen-Cole, psiquiatrade la Emory University, cuando le entrevisté para The New York Times del 13 de noviembre de 1991.48. Información completa: por ejemplo, el programa Planetree del Pacific Presbyterian Hospital deSan Francisco informa sobre cualquier tema médico a toda persona que lo solicite.49. Pacientes más competentes: el doctor Mack Lipkin,jr., de la Facultad de Medicina de laUniversidad de Nueva York, ha desarrollado un programa a este respecto.50. Escribí acerca de la necesidad de una preparación emocional para cualquier intervenciónquirúrgica en The New York Times del 10 de diciembre de 1987.51. En lo que se refiere a los cuidados por parte de los familiares en el hospital, nuevamente elprograma Planetree es un modelo que seguir, al igual que los hogares de Ronald McDonald, en donde sepermite que los parientes puedan quedarse cerca del hospital en el que están ingresados sus hijos.52. Atención plena y medicina: véase Jon Kabat-Zinn, Fulí Catastrophe Living (Nueva York:Delacorte, 1991).53. Programa para invertir el curso de la enfermedad cardiaca: véase Dean Ornish, Doctor DeanOrnish ‘s Program for Reversing Heart Disease (Nueva York: Ballantine, 1991).54. Medicina basada en la relación: Health Professions Education and Relationship-Centered Care.Informe del Pew-Fetzer Task Force on Advancing Psychosocial Health Education, Pew Health ProfessionsComission and Eetzer Institute (The Center of Health Professions, Universidad de California. SanFrancisco). (Agosto de 1994).55. Abandonar pronto el hospital: Strain. “Cost Offset”.56. No es ético que los pacientes del corazón no reciban tratamiento para la depresión: RedfordWilliams y Margaret Chesney. “Psychosocial Factors and Prognosis in Established Coronary HeartDisease”, en Joarnal ojthc American Medical Association (20 de octubre de 1993).57. Carta abierta a un cirujano: A. Stanley Kramer. “A Prescription for Healing” en New.sweek del 7dc junio de 1993.PARTE IV: UNA PUERTA ABIERTA A LA OPORTUNIDADCapítulo 12. El crisol familiar1. Leslie y el videojuego: Beverly Wilson y John Gottman. “Marital Conflict and Parenting: The Role ofNegativity in Families” en M. H.Borstein, ed.. Handhook of Parenting. vol. 4 (Hilísdale, NuevaJersey:Lawrence Erlbaum. 1994).2. La investigación sobre el papel que desempeñan las emociones en la vida familiar es unaprolongación de los estudios sobre la pareja realizados por John Gottman que hemos revisado en elcapítulo 9. Véase también, en este mismo sentido, Carole Hooven. Lynn Katz y John Gottman, “The Familyas a Meta-emotion Culture”, Cognition and Emotion (primavera de 1994).3. Las ventajas de unos padres emocionalmente competentes: Hooven, Katz and Gottman. “TheFamily as a Meta-emotion Culture”.207
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