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2013 157 Revista de las causas y consecuencias

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WILLYAM JAYSe conoce nada más <strong>de</strong> modo muy imperfecto la historia <strong>de</strong> la rebeliónen California. La información única que se tiene sobre eseasunto, dada a conocer por el gabinete <strong>de</strong> Washington, se halla en elreporte <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Guerra rendido el 5 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1846,y <strong>de</strong> ese documento tomamos el siguiente relato:“En mayo <strong>de</strong> 1845, poco antes <strong>de</strong> que se dieran ‘instruccionessecretas y confi<strong>de</strong>nciales’ al Comodoro Sloat, el capitánFremont, <strong>de</strong>l ejército <strong>de</strong> los Estados Unidos, recibió ór<strong>de</strong>nes<strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r una exploración científica másallá <strong>de</strong> <strong>las</strong> Montañas Rocallosas. Llevaba consigo sesenta ydos hombres. Pero el Secretario <strong>de</strong>claró que la expediciónno tenía carácter militar y que los acompañantes <strong>de</strong>l capitánFremont no pertenecían al ejército. Al llegar a la frontera <strong>de</strong>California, el capitán hizo el viaje solo hasta Monterrey, a fin<strong>de</strong> pedir permiso <strong>de</strong>l Comandante general Castro para que sugrupo expedicionario pudiera atravesar esa parte <strong>de</strong> la provincia<strong>de</strong> California. Obtuvo el permiso solicitado, pero unavez que él y sus hombres entraron en la provincia, Fremontrecibió noticias que le dieron unos americanos, <strong>de</strong> que Castroestaba preparándose para atacarlo con una fuerza relativamentegran<strong>de</strong> <strong>de</strong> artillería, caballería e infantería, con pretexto<strong>de</strong> que la misión científica por él encabezada no era otracosa más que un movimiento para organizar a los colonosamericanos e inducirlos a rebelarse”.He aquí algo que era verda<strong>de</strong>ramente maravilloso en punto a inteligencia,y todavía más maravillosos los medios empleados por aquelcientífico capitán para eliminar la infundada sospecha <strong>de</strong>l generalCastro. En vez <strong>de</strong> salirse <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> California a paso veloz ylanzarse a la realización <strong>de</strong>l encargo que le hizo su Gobierno, “tomóposiciones en una montaña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual se dominaba a Monterrey,distante unas treinta mil<strong>las</strong> <strong>de</strong> esa población, se atrincheró allí, enarbolóla ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> los Estados Unidos y con sus hombres, que eransesenta y dos, esperó a que llegara el Comandante general mexicano<strong>de</strong> la provincia”.Pero aquel capitán, aunque era valiente, no estaba atenido nadamás a sus sesenta y dos acompañantes para oponer resistencia a laartillería, la caballería y la infantería <strong>de</strong> Castro; porque el Secretarionos dice lo siguiente: “Los colonos americanos estaban ya listos204

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