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2013 157 Revista de las causas y consecuencias

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REVISTA DE LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA GUERRA MEXICANA“Me regocijo <strong>de</strong> pensar que la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la libertad humanaestá pasando a manos más jóvenes y más vigorosas. Los campeonesjuveniles <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la naturaleza humana sehan aprestado y se están ciñendo su armadura, y el capatazcon su látigo, y el abogado que lincha y el sofista servil, y elescriba <strong>de</strong>sleal, y el parásito sacerdotal, se <strong>de</strong>svanecerán anteellos como Satanás ante la lanza <strong>de</strong> Ituriel. Tenéis por <strong>de</strong>lanteuna gloriosa y ardua carrera, y entre los consuelos <strong>de</strong> mis últimosdías <strong>de</strong> vida, cuento el po<strong>de</strong>r alentaros en vuestra empresay exhortaros a que seáis constantes e inflexibles”.Pero el crimen <strong>de</strong> los abolicionistas americanos que coronó su obra,fue el <strong>de</strong> haberse unido con los <strong>de</strong> Inglaterra en <strong>las</strong> convenciones antiesclavistasque se celebraron en Londres.Un miembro norteño <strong>de</strong>l Congreso, envió bajo su franquicia a Mr.Polk, que era entonces Gobernador <strong>de</strong> Tennessee, algunas actas <strong>de</strong> la“Convención mundial”. El gobernante <strong>las</strong> <strong>de</strong>volvió con una respuestainsultante que acababa así: “Es cosa que lamento con toda sinceridad,que un ciudadano americano pueda incurrir en tan alta traicióna los principios en que <strong>de</strong>scansa la unidad <strong>de</strong> nuestros Estados”. Mr.Polk publicó esa carta, la cual sin duda contribuyó a su elevación a lapresi<strong>de</strong>ncia. En mayo <strong>de</strong> 1843, cuando un <strong>de</strong>legado a la ConvenciónAntiesclavista <strong>de</strong> Londres salía <strong>de</strong> Boston rumbo a la capital inglesa,recibió estas líneas:“Mi querido señor: Sólo tengo tiempo para <strong>de</strong>cirle que Diosbendiga a usted y a su empresa, para la cual no tengo otraoración que hacer sino ésta: que su éxito pueda anunciar minunc dimittis. J. Q. Adams”.Cuando Mr. Polk <strong>de</strong>claró que era <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> alta traición el que cualquieramericano apoyase esas convenciones antiesclavistas extranjeras,no previó sin duda que pronto consi<strong>de</strong>raría él convenientereferirse <strong>de</strong> manera oficial al autor <strong>de</strong> ese recado, llamándolo “granciudadano y gran patriota”.Hemos notado ya la esforzada oposición <strong>de</strong> Mr. Adams a la anexión<strong>de</strong> Texas y su severa censura <strong>de</strong> la política largo tiempo seguida haciaMéxico, y hemos encontrado su nombre unido a los <strong>de</strong> aquel pequeño359

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