13.07.2015 Views

2013 157 Revista de las causas y consecuencias

2013 157 Revista de las causas y consecuencias

2013 157 Revista de las causas y consecuencias

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

WILLYAM JAYVeamos ahora cómo fue recibida por el Congreso <strong>de</strong> los EstadosUnidos esa exhortación para hacer la paz mediante una vigorosa ypujante matanza <strong>de</strong> seres humanos. Este cuerpo era el gran juradorepresentativo <strong>de</strong> la nación. El Presi<strong>de</strong>nte comparecía ante el Congresocomo un fiscal encargado <strong>de</strong> acusar al Gobierno <strong>de</strong> México <strong>de</strong>gran<strong>de</strong>s crímenes y atropellos y <strong>de</strong> pedir <strong>de</strong> sus oyentes un fallo quesería equivalente a una sentencia <strong>de</strong> muerte contra miles y miles <strong>de</strong>seres humanos, incluso una multitud <strong>de</strong> sus propios compatriotas.Podríamos suponer que el Congreso, impresionado por la tremendaresponsabilidad que se le hacía pasar sobre él, se <strong>de</strong>dicaría con todacalma y paciencia y en actitud unciosa y reverente a <strong>de</strong>sempeñar el<strong>de</strong>ber que la ocasión le imponía; que sus miembros se pondrían alinstante a efectuar un rígido escrutinio <strong>de</strong> <strong>las</strong> pruebas sometidas asu consi<strong>de</strong>ración y a buscar con todo empeño la manera <strong>de</strong> salvara sus propios paisanos y a los hijos <strong>de</strong>l país vecino <strong>de</strong> <strong>las</strong> tremendascalamida<strong>de</strong>s que pendían sobre su cabeza. Los legisladores fueroninformados por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> que una partida <strong>de</strong> americanos yotra <strong>de</strong> mexicanos habían sostenido un encuentro y que dieciséis <strong>de</strong>los primeros habían sido muertos y heridos. Había ocurrido, pues,un choque armado. Pero un choque <strong>de</strong> esa naturaleza no equivale auna guerra. Una fragata inglesa hacía algunos años había atacado aun buque nacional americano, había dado muerte a una parte <strong>de</strong> sutripulación y había reducido a prisión con lujo <strong>de</strong> fuerza a los <strong>de</strong>mástripulantes, y sin embargo, esos hechos no habían conducido a unaguerra, sino que se habían obtenido explicaciones satisfactorias y sehabía in<strong>de</strong>mnizado a <strong>las</strong> víctimas. Tiempo <strong>de</strong>spués, otra ocasión, unbarco americano <strong>de</strong> vapor había sido capturado en nuestras propiasaguas por una fuerza británica, y se había <strong>de</strong>struido esa embarcación,y aún había perdido la vida uno <strong>de</strong> sus tripulantes. A pesar <strong>de</strong>ello, no hubo guerra. Quizá el examen <strong>de</strong>tenido <strong>de</strong> los testimoniospresentados por Mr. Polk hubiera revelado que el choque <strong>de</strong> fuerzashabía sido acci<strong>de</strong>ntal, o provocado por nuestros hombres, o no autorizadopor México. Las explicaciones, si se daba lugar a el<strong>las</strong>, podríanconducir a resultados pacíficos y se impediría el <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong>sangre. De todos los crímenes conocidos, el más atroz es el que consisteen hacer que estalle una guerra innecesaria; este crimen merececomo ninguno la ira <strong>de</strong> Dios y la execración <strong>de</strong> la humanidad.216

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!