30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

escue<strong>la</strong>s de París hallábase un jov<strong>en</strong> formal, de ánimo tranquilo, que daba muestras evid<strong>en</strong>tes de poseer<br />

una m<strong>en</strong>te poderosa y perspicaz, y que no era m<strong>en</strong>os notable <strong>por</strong> <strong>la</strong> pureza de su vida que <strong>por</strong> su actividad<br />

intelectual y su devoción religiosa. Su tal<strong>en</strong>to y aplicación hicieron pronto de él un motivo de orgullo para<br />

el colegio, y se susurraba <strong>en</strong>tre los estudiantes que Juan Calvino sería un día uno de los más capaces y<br />

más ilustres def<strong>en</strong>sores de <strong>la</strong> iglesia. Pero un rayo de luz divina p<strong>en</strong>etró aun d<strong>en</strong>tro de los muros del<br />

esco<strong>la</strong>sticismo y de <strong>la</strong> superstición que <strong>en</strong>cerraban a Calvino. Estremecióse al oír <strong>la</strong>s nuevas doctrinas, sin<br />

dudar nunca que los herejes merecieran el fuego al que eran <strong>en</strong>tregados. Y no obstante, sin saber cómo,<br />

tuvo que habérse<strong>la</strong>s con <strong>la</strong> herejía y se vio obligado a poner a prueba el poder de <strong>la</strong> teología romanista<br />

para rebatir <strong>la</strong> doctrina protestante.<br />

Hallábase <strong>en</strong> París un primo hermano de Calvino, que se había unido con los reformadores. Ambos<br />

pari<strong>en</strong>tes se reunían con frecu<strong>en</strong>cia para discutir <strong>la</strong>s cuestiones que perturbaban a <strong>la</strong> cristiandad. “No hay<br />

más que dos religiones <strong>en</strong> el mundo—decía Olivetán, el protestante—. Una, que los hombres han<br />

inv<strong>en</strong>tado, y según <strong>la</strong> cual se salva el ser humano <strong>por</strong> medio de ceremonias y bu<strong>en</strong>as obras; <strong>la</strong> otra es <strong>la</strong><br />

que está reve<strong>la</strong>da <strong>en</strong> <strong>la</strong> Biblia y que <strong>en</strong>seña al hombre a no esperar su salvación sino de <strong>la</strong> gracia soberana<br />

de Dios”.<br />

“No quiero t<strong>en</strong>er nada que ver con ninguna de vuestras nuevas doctrinas—respondía Calvino—<br />

¿creéis que he vivido <strong>en</strong> el error todos los días de mi vida?” (Wylie, lib. 13, cap. 7). Pero habíanse<br />

despertado <strong>en</strong> su m<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos que ya no podía desterrar de el<strong>la</strong>. A so<strong>la</strong>s <strong>en</strong> su apos<strong>en</strong>to meditaba<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de su primo. El s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to del pecado se había apoderado de su corazón; se veía sin<br />

intercesor <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de un Juez santo y justo. La mediación de los santos, <strong>la</strong>s bu<strong>en</strong>as obras, <strong>la</strong>s<br />

ceremonias de <strong>la</strong> iglesia, todo ello le parecía ineficaz para expiar el pecado. Ya no veía ante sí mismo sino<br />

<strong>la</strong> lobreguez de una eterna desesperación. En vano se esforzaban los doctores de <strong>la</strong> iglesia <strong>por</strong> aliviarle de<br />

su p<strong>en</strong>a. En vano recurría a <strong>la</strong> confesión y a <strong>la</strong> p<strong>en</strong>it<strong>en</strong>cia; estas cosas no pued<strong>en</strong> reconciliar al alma con<br />

Dios.<br />

Aún estaba Calvino empeñado <strong>en</strong> tan infructuosas luchas cuando un día <strong>en</strong> que <strong>por</strong> casualidad<br />

pasaba <strong>por</strong> una p<strong>la</strong>za pública, pres<strong>en</strong>ció <strong>la</strong> muerte de un hereje <strong>en</strong> <strong>la</strong> hoguera. Se ll<strong>en</strong>ó de admiración al<br />

ver <strong>la</strong> expresión de paz que se pintaba <strong>en</strong> el rostro del mártir. En medio de <strong>la</strong>s torturas de una muerte<br />

173

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!