30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pronto <strong>en</strong> <strong>la</strong> sociedad de su divino Maestro y de los ángeles celestiales, se habían separado <strong>en</strong> su mayor<br />

parte de los que no habían recibido el m<strong>en</strong>saje. Habían orado con gran fervor: “V<strong>en</strong>, Señor Jesús; y<br />

v<strong>en</strong> presto”. Pero no vino. Reasumir <strong>en</strong>tonces <strong>la</strong> pesada carga de los cuidados y perplejidades de <strong>la</strong><br />

vida, y so<strong>por</strong>tar <strong>la</strong>s afr<strong>en</strong>tas y escarnios del mundo, constituía una dura prueba para su fe y paci<strong>en</strong>cia.<br />

Con todo, este contratiempo no era tan grande como el que experim<strong>en</strong>taran los discípulos<br />

cuando el primer adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de Cristo. Cuando Jesús <strong>en</strong>tró triunfalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Jerusalén, sus discípulos<br />

creían que estaba a punto de subir al trono de David y de libertar a Israel de sus opresores. Ll<strong>en</strong>os de<br />

esperanza y de gozo anticipado rivalizaban unos con otros <strong>en</strong> tributar honor a su Rey. Muchos t<strong>en</strong>dían<br />

sus ropas como alfombra <strong>en</strong> su camino, y esparcían ante él palmas frondosas. En su gozo y <strong>en</strong>tusiasmo<br />

unían sus voces a <strong>la</strong> alegre ac<strong>la</strong>mación: “¡Hosanna al Hijo de David!” Cuando los fariseos,<br />

incomodados y airados <strong>por</strong> esta explosión de regocijo, expresaron el deseo de que Jesús c<strong>en</strong>surara a<br />

sus discípulos, él contestó: “Si estos cal<strong>la</strong>r<strong>en</strong>, <strong>la</strong>s piedras c<strong>la</strong>marán”. Lucas 19:40.<br />

Las profecías deb<strong>en</strong> cumplirse. Los discípulos estaban cumpli<strong>en</strong>do el propósito de Dios; sin<br />

embargo un duro contratiempo les estaba reservado. Pocos días pasaron antes que fueran testigos de <strong>la</strong><br />

muerte atroz del Salvador y de su sepultura. Su expectación no se había realizado, y sus esperanzas<br />

murieron con Jesús. Fue tan solo cuando su Salvador hubo salido triunfante del sepulcro cuando<br />

pudieron darse cu<strong>en</strong>ta de que todo había sido predicho <strong>por</strong> <strong>la</strong> profecía, y de “que era necesario que el<br />

Mesías padeciese, y resucitase de <strong>en</strong>tre los muertos”. Hechos 17:3 (VM).<br />

Quini<strong>en</strong>tos años antes, el Señor había dec<strong>la</strong>rado <strong>por</strong> boca del profeta Zacarías: “¡Regocíjate <strong>en</strong><br />

gran manera, oh hija de Sión! ¡rompe <strong>en</strong> ac<strong>la</strong>maciones, oh hija de Jerusalén! he aquí que vi<strong>en</strong>e a ti tu<br />

rey, justo y victorioso, humilde, y cabalgando sobre un asno, es decir, sobre un pollino, hijo de asna”.<br />

Zacarías 9:9 (VM). Si los discípulos se hubies<strong>en</strong> dado cu<strong>en</strong>ta de que Cristo iba al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro del juicio<br />

y de <strong>la</strong> muerte, no habrían podido cumplir esta profecía.<br />

Del mismo modo, Miller y sus compañeros cumplieron <strong>la</strong> profecía y proc<strong>la</strong>maron un m<strong>en</strong>saje<br />

que <strong>la</strong> Inspiración había predicho que iba a ser dado al mundo, pero que ellos no hubieran podido dar<br />

si hubies<strong>en</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido <strong>por</strong> completo <strong>la</strong>s profecías que indicaban su contratiempo y que pres<strong>en</strong>taban otro<br />

m<strong>en</strong>saje que debía ser predicado a todas <strong>la</strong>s naciones antes de <strong>la</strong> v<strong>en</strong>ida del Señor. Los m<strong>en</strong>sajes del<br />

351

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!