30.09.2016 Views

America en la Profecia por Elena White

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

se cumple a un precio infinito para el cielo; el sacrificio hecho corresponde a <strong>la</strong>s más amplias exig<strong>en</strong>cias<br />

de <strong>la</strong> ley de Dios quebrantada. Jesús abrió el camino que lleva al trono del Padre, y <strong>por</strong> su mediación<br />

pued<strong>en</strong> ser pres<strong>en</strong>tados ante Dios los deseos sinceros de todos los que a él se allegan con fe. “El que<br />

<strong>en</strong>cubre sus transgresiones, no prosperará; mas el que <strong>la</strong>s confiesa y <strong>la</strong>s abandona, alcanzará misericordia”<br />

Proverbios 28:13 (VM). Si los que escond<strong>en</strong> y disculpan sus faltas pudies<strong>en</strong> ver cómo Satanás se alegra<br />

de ello, y los usa para desafiar a Cristo y sus santos ángeles, se apresurarían a confesar sus pecados, y a<br />

r<strong>en</strong>unciar a ellos.<br />

De los defectos de carácter se vale Satanás para int<strong>en</strong>tar dominar toda <strong>la</strong> m<strong>en</strong>te, y sabe muy bi<strong>en</strong><br />

que si se conservan estos defectos, lo logrará. De ahí que trate constantem<strong>en</strong>te de <strong>en</strong>gañar a los discípulos<br />

de Cristo con su fatal sofisma de que les es imposible v<strong>en</strong>cer. Pero Jesús aboga <strong>en</strong> su favor con sus manos<br />

heridas, su cuerpo quebrantado, y dec<strong>la</strong>ra a todos los que quieran seguirle: “Bástate mi gracia”. 2 Corintios<br />

12:9. “Llevad mi yugo sobre vosotros, y apr<strong>en</strong>ded de mi, que soy manso y humilde de corazón; y hal<strong>la</strong>réis<br />

descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:29, 30. Nadie<br />

considere, pues, sus defectos como incurables. Dios concederá fe y gracia para v<strong>en</strong>cerlos.<br />

Estamos vivi<strong>en</strong>do ahora <strong>en</strong> el gran día de <strong>la</strong> expiación. Cuando <strong>en</strong> el servicio simbólico el sumo<br />

sacerdote hacia <strong>la</strong> propiciación <strong>por</strong> Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y<br />

humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De <strong>la</strong> misma manera, todos los que<br />

desean que sus nombres sean conservados <strong>en</strong> el libro de <strong>la</strong> vida, deb<strong>en</strong> ahora, <strong>en</strong> los pocos días que les<br />

quedan de este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y dolor <strong>por</strong><br />

sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceram<strong>en</strong>te el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y<br />

frívolo al que se <strong>en</strong>tregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos aquellos que<br />

quieran subyugar <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es obra<br />

individual. No somos salvados <strong>en</strong> grupos. La pureza y <strong>la</strong> devoción de uno no suplirá <strong>la</strong> falta de estas<br />

cualidades <strong>en</strong> otro. Si bi<strong>en</strong> todas <strong>la</strong>s naciones deb<strong>en</strong> pasar <strong>en</strong> juicio ante Dios, sin embargo él examinará<br />

el caso de cada individuo de un modo tan rígido y minucioso como si no hubiese otro ser <strong>en</strong> <strong>la</strong> tierra. Cada<br />

cual ti<strong>en</strong>e que ser probado y <strong>en</strong>contrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante.<br />

423

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!